Irene siempre ha sido la primera de la clase, una chica sensata que lo tiene todo bajo control. Nadie habría dicho que haría migas con José María, un nuevo alumno solitario y corrosivo. Pero Irene cultivará su amistad. Averiguará que José María también odia su nombre y prefiere que le llamen Orens, por Lawrence de Arabia, y descubrirá lo único que él no odia: el desierto.
No recuerdo porqué mi profesora de Lengua y Literatura de 4º de la ESO dedicaba una de las horas semanales a leernos fragmentos de este libro, pero me enamoró. Me fascinó su inicio, sus personajes y su desenlace, nada esperado para una adolescente de 16 años. Quise leerlo (y lo hice mil veces) en mi casa, pero no encontraba el ejemplar (no existían grandes redes sociales ni el internet era tan amplio) pero un compañero de clase lo tenía y no dudó en regalármelo al escucharme día tras día hablar de él, de sus personajes y de mis dudas sobre qué ocurrirá en el próximo capítulo que lea la profesora. Es verdad que igual existe algo de sesgo a la hora de puntuar este libro, pero me encontró en el momento y edad perfecta para leerlo. La protagonista es la hija, amiga y estudiante ejemplar. Le encanta tener todo controlado, los estudios son lo primero y tiene las cosas muy claras... o eso creía ella hasta que llega a clase un nuevo y enigmático estudiante, que parece pasar desapercibido para todos los alumnos pero que genera una gran inquietud en Irene. Y hasta ahí cuento. En el libro se hace referencias a películas importantes como Lawrence de Arabia o El cazador, interpretada por Robert de Niro ¿Qué quereis que os diga? A mi me fascinó durante mi adolescencia e igual lo vuelvo a coger como lectura ligera próximamente.