El castigo sin venganza destaca en el canon de las lecturas indispensables del teatro de Lope de Vega. Amor, muerte y honor son los tres grandes ejes que mueven la acción de la obra y que desencadenan el castigo del título. Secreto férreamente guardado, este castigo y su singular sin venganza nos sitúan ante una toma de conciencia de una nueva forma de comedia y de un espectador que la admira y la aplaude.
Una tragedia corta, en formato obra de teatro, escrita en 1631 es la que presenta Lope de Vega a continuación. Una obra bastante peculiar, el duque se casa por requerimiento de sus vasallos nuevamente, y su esposa es la bella Casandra, de quien se enamora también su hijo, Federico. Este desde que conoce a su nueva madrastra sufre mucho porque sabe que su amor es imposible, del mismo modo que Casandra sufre. Ambos están en un conflicto debido a sus sentimientos, y su prima Aurora desea casarse con Federico, pero el la desplanta y ofende a la prima, a pedido de la misma Casandra. Ella decide informar de forma anónima al duque, quien arde en la ira al enterarse de los afanes de su amado hijo y esposa, quienes terminan muriendo acusados de traición. Un final trágico qué refleja justamente esa imposibilidad del amor en un mundo dominado por el honor.