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Sinopsis de EL CANDELABRO ENTERRADO

El candelabro enterrado es una novela del escritor austriaco Stefan Zweig publicada en 1937.El protagonista es un hombre que desde su niñez busca su descanso y el de su pueblo. Ya viejo, convertido en rabino, ve cómo los años pasan sin proporcionarle el regreso a su tierra prometida.Elegido para cumplir una misión divina y venerado por todos, vive esperando el día en que se cumpla su destino. Todos esperan de él un milagro, materializado en la recuperación de un amuleto sagrado para los judíos, EL CANDELABRO de los siete brazos. La Menorah, es robado por los vándalos durante la caída de Roma. Esta pasa de mano en mano a través de periódicas invasiones y múltiples desafíos.Escrita con la exactitud por Zweig, en esa búsqueda se encuentran el sufrimiento y la perseverancia, en una historia en la que, al impulso de la leyenda, el amor acaba siendo protagonista

11 reseñas sobre el libro EL CANDELABRO ENTERRADO

La menorá es un candelabro de siete brazos (ojo a la portada del libro) que los judios consideran objeto sagrado y pilar importante de sus creencias. Perdido desde la invasión de Roma, Zweig, de origen judio, imagina en este relato corto lo que pudo sucederle. Roma. Año 455. El imperio se desmorona. Los vándalos, guerreros del norte, se acercan. Cunde el pánico. El emperador Máximo abandona el barco como una rata. El pueblo, harto de su sufrimiento, no lo permite y lo destroza con sus propias manos. Genserico, el líder vándalo, accede a entrevistarse con el Papa, jefe de la Iglesia cristiana. No habrá matanzas, violaciones, ni incendios. A cambio, el saqueo absoluto de la ciudad. Los judios, un gueto pobre, ignorado por todos, contiene el aliento. Su reliquia más sagrada, la menorá, el candelabro de oro de siete brazos, debe quedar a salvo. Desgraciadamente nada escapa al minucioso expolio vandálico. Once ancianos judíos y un niño siguen al candelabro hasta el barco donde lo cargarán y partirá hasta su destino allende los mares. Y hasta aquí toda la acción. Zweig escribe,describe y relata con hermosas palabras la inacción del pueblo judío que se sienta a esperar durante casi ochenta años que el candelabro cambie de manos para intentar recuperarlo. Fueron unas primaras hermosas veinte páginas iniciales y otras sesenta bellas pero aburridas páginas las que llegaron a continuación. No conozco bien la religión judía pero quizás Zweig quiso con este relato-cuento mostrar como Dios pone a prueba constantemente a su pueblo que sufre paciente, que deambula de un lado a otro como el candelabro, que no reposa, arrebatado por manos herejes. O simplemente contar una teoría sobre como pudo acabar este símbolo judío que, como el arca de la alianza, a día de hoy aún anda desaparecido. Parece que no he elegido bien mi primera obra de este escritor. Huyendo de relatos lacrimógenos caí en el sopor. Volveré a intentarlo más adelante.


La menora, un candelabro de siete brazos de oro macizo, es uno de los símbolos más importantes del judaísmo que por supuesto desconocía. Zweig situa el inicio del relato en roma, saqueada por los visigodos y en periplo que el candelabro seguira desde entonces. Benjamín, protagonista de la historia, será desde su niñez hasta sus últimos dias, testigo único de esta reliquia y tratara de recuperarlo para el judaísmo de las distintas civilizaciones que se van apoderando de el. No es la historia que mas me ha gustado del escritor austriaco, mas espeso de lo necesario. Con todo, la prosa de este autor es deliciosa, y leerle siempre es un placer, por muy pesado que se haya puesto en este viaje, y que seguramente los seguidores de esta religión sepan apreciar mejor que yo. Los grandes genios como stefan pintan con palabras olas que salpican y estallan en tu cabeza y aveces, se atascan en un sin fin de bellas frases, que en su abuso, producen una ligera modorra no por densa que para eso ya tenemos a eco, más bien por alargar demasiado lo que ya estaba claramente explicado. Demasiado espiritual.


MARZO 2021 LIBRO 35 La novela comienza en el Circo Máximo de Roma en el 455, su emperador Máximo marcha junto a senadores y su séquito ante el aviso de la llegada de los bárbaros. Durante ese saqueo los germanos comandados por Genserico se hacen con uno de los objetos más sagrados del judaísmo, la Menorah un candelabro de oro con siete brazos que representa la iluminación universal, realizado durante la salida de Egipto del pueblo judío bajo el dictamen de Dios a Moisés. De este inicial acontecimiento histórico se vale Zweig para ensalzar sus raíces judías y mostrarnos el peregrinar de un pueblo sin tierra y en continuo desarraigo. En la novela el autor nos compagina con gran maestría acontecimientos reales históricos con una historia creada por su pluma, de manos de Benjamin Marnefest, con una característica común y conocida de la mayoría de los protagonistas de sus obras, personajes en crisis, atormentados reflejando como nadie la hondura sentimental de los mismos. De las obras de Zweig, de las que he leido para mi es la más flojita, pero es cierto que me ha servido para investigar sobre un tema que desconocía completamente, por lo que a mi sí me ha gustado y recomiendo su lectura. 📌📌SI TE HA GUSTADO ESTA RESEÑA O LA DE CUALQUIER OTRO USUARIO DE ALIBRATE PINCHA EN EL LIKE QUE VA EN EL CORAZON GRANDE AL LADO DE DONDE DICE: ¿TE HA GUSTADO ESTA RESEÑA ? 📌📌


La versatilidad del autor para hacer sus narraciones me ha impactado sobremanera, principalmente porque demuestra que se puede ser bueno en todo lo que se hace. Y es que este libro es, cómo los otros que leí del autor, muy bueno. Es entretenido, estructurado, con un evidente conocimiento sobre lo que se habla, con una prosa muy bien plasmada. Sus narraciones, además de contar historias, contienen un ingrediente reflexivo que impone una lectura despaciosa. Con Zweig no se puede leer de corrido, no porque no tenga claridad o porque sea una escritura pretenciosa, sino porque sus manifestaciones tocan de manera singular fibras humanas que obligan a la pausa para considerar los actos que están siendo contados. Hacer pausar para, desde la introspección, pensar sobre las cosas que nos preocupan a la humanidad. Sabe cómo ofrecer un tratamiento digno para el lector, pues posa de mejor anfitrión para que con sus palabras nos sintamos como en el mejor lugar, con la mejor compañía y en la mejor situación. El texto narra la historia de la menora (candelabro) y cómo, al igual que el destino que se impuso al pueblo judio, ha esta errando por el mundo con ocasión de la imposición de la fuerza de otros pueblos sobre este. Se trata sobre la interpretación de la fe que se hace desde el punto de vista cultural. Sobre la confianza en que las cosas pueden cambiar, algún día. Cómo un objeto, algo material, puede poseer tantas implicaciones religiosas, cuando de lo que se trata la religión es precisamente de la espiritualidad. Son de esas contradicciones que se imponen de manera cultural. Narra sobre la historia de Benjamin, el ungido por el pueblo, porque el pueblo fue el que lo hizo especial a través de las interpretaciones sobre los hechos. Porque los hechos son simplemente hechos, y los humanos somos los encargados de darle el significado que queramos. Nos muestra sobre la fortaleza del ser humano, el cual creyó, en parte, lo que se decía y se impuso una carga para “salvar de la sumisión” al pueblo judio. Nos muestra que, a pesar de los actos encaminados por la bondad, los creyentes se enfrentan en ocasiones a un dios orgulloso que somete a pruebas a su rebaño, difíciles de sobrepasar. Es un libro cargado de historia que obliga a revisar referencias para constatar que, como siempre, Zweig todo lo hace bien.


Que buena combinación me he buscado!! En busca de una reliquia robada, y la mano de Stefan Zweig. La trama me ha encantado, el robo del candelabro sagrado, la menorá, a un grupo importante de judíos, después de un gran saqueo a la ciudad. El protagonista, nombrado como el elegido para recuperalo, narra las acciones de los interesados, como el paso del tiempo no merma la intenciòn de recuperarlo, y así, luchar por volver a tener lo que siempre les ha pertenecido. Se lee rápido, pero es muy ameno y está, perfectamente narrado, es un Zweig


En este libro, Zweig nos sumerge en la Edad Antigua. Su pluma traza una preciosa leyenda histórica, con gran carga simbólica religiosa, en este caso, del judaísmo. Es único contando historias sencillas, es sensibilidad pura, te arrastra a seguir leyendo, a disfrutar de cada página. Pero pongámonos en contexto. Roma año 455 DC, caída de la ciudad, saqueo por vándalos del Rey Genserico, robo de todas aquellas riquezas que encuentran a su paso. Entre estas riquezas, la “menorá”, candelabro de siete brazos del Tempo de Salomón, robado previamente por los romanos y ahora llevado a Cartago. Un trascurrir de mano en mano, debido a los saqueos de diferentes pueblos. Y aquí empieza la leyenda. Un niño de siete años (Benjamín), elegido por Dios, testigo de ver por última vez el candelabro y así poder contar su historia. Tiene una misión, junto con el resto de ancianos patriarcas, de volver a ver el objeto litúrgico y llevarlo a su lugar sagrado. Zweig, magistralmente, nos impregna con su prosa, de ese peregrinaje incansable de sufrimiento para recuperarlo, ese caminar errante, ese éxodo peligroso, esas dudas y miedos; pero a su vez, respeto por la tradición, fidelidad por la familia, la belleza, la sabiduría. Inexorablemente ese caminar nos conduce finalmente, a la vejez de Benjamín y a la ciudad de Constantinopla, donde los bizantinos han conquistado Cartago y se han llevado sus tesoros. El ya anciano Benjamín, y nosotros junto a él, también con los hombros cargados, sabemos que es su última oportunidad antes de morir. Queremos convencer, implorar, y si hace falta llorar, para que Justiniano emperador de Bizancio, devuelva este objeto sagrado. Como carga religiosa, para el pueblo judío, la “menorá” es el medio para mantenerse unido, sustenta la vida, un aferramiento a lo simbólico, la fe y la esperanza de un pueblo. Debe de cumplir su mandato divino y deseo de redención; supone como fin, recuperar la tierra prometida.


En el siglo V en la caída del imperio romano los vándalos asolan Roma quedándose con todos los objetos de valor, entre ellos un objeto sagrado para los judíos. Este libro narra la búsqueda por parte de la comunidad judía de Roma de la menorá, un candelabro sagrado de siete brazos. En este relato corto Zweig denuncia la constante persecución a la que están sometidos los judíos desde siglos.


Si bien la trama de este relato o novela corta podría no ser del interés de todos, Zweig tiene esa forma tan mágica de escribir que trasforma un tema común o de poco interés para la mayoría en un diamante, leer sus relatos y novelas es como acompañar al autor en ese proceso de ir transformando algo simple en complejo, algo que parece de poco valor en algo precioso. Lo primero que me ocurrió con "El candelabro enterrado" es que me mantuvo todo el tiempo interesada por saber qué más pasaría, pero además de ello encontré en esta narración el reflejo del modo de ser de un pueblo, una cultura, una religión que pugna por encontrar su lugar en el mundo como de algún modo hacemos todos como individuos y como sociedades. También me pareció un bello relato sobre la esperanza, la vejez, la búsqueda del sentido de la vida, la soledad, la paciencia, la resignación, la identidad y el poder. El final, aunque esperado, me llenó de profunda tristeza. Hasta ahora, todo lo que he leído de Zweig me ha resultado una grata experiencia.


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FRASES DEL LIBRO EL CANDELABRO ENTERRADO

Cuando seas mayor comprenderás q en este mundo prevalece la ley del más fuerte y no la de los justos.La fuerza impone siempre su voluntad en la tierra y los dóciles no tienen poder terrenal.De Dios hemos aprendido a soportar la injusticia, a no imponer nuestr ley con los puños.


Publicado porMonteAquino

“Es bueno rezar en la necesidad, y aun mejor rezar en común, pues todo lo pesado se vuele ligero cuando se lleva entre muchos, y todo lo bueno se vuelve mejor si se hace en compañía”


Publicado porAlejoCeron

“Pregunta hijo. Pregunta con valentía todo cuanto desees. Yo te responderé. Pero es para los hombres no saber qué preguntar. Sólo aquel que ha preguntado mucho puede aprender mucho. Y sólo aquel que mucho comprende hace justicia”


Publicado porAlejoCeron

“Pero el hombre siempre olvida que retener y poseer no significa conservar: donde siente la tierra bajo sus pies, allí construye su casa y quiere asirse al terruño con las raíces de los árboles”


Publicado porAlejoCeron

“No luches contra el dolor, sino acógelo dentro de ti. También este dolor es una herencia. Pues sólo en el dolor revive nuestro pueblo, sólo de la penuria saca su fuerza creadora”.


Publicado porAlejoCeron

“Y cómo el corazón del hombre se vuelve con más encono contra aquel que primero lo enfervoriza y luego lo rechaza y lo confirma de nuevo en su estrechez, aquellos hombres acumularon todo su oscuro rencor contra los hermanos romanos y contra Benjamin”.


Publicado porAlejoCeron