En este volumen, Osho vuelve a dar vida al mensaje de autorrealización de la enseñanza taoísta, que cuenta con más de tres mil años de antigüedad. Para ello se sirve de once anécdotas atribuidas al místico chino Chuang Tse. A través de ellas nos habla del estado de ausencia de ego, al que denomina"el bote vacío"; nos habla de la espontaneidad, de los sueños y de la totalidad; de cómo vivir la vida en un estado de no elección y de cómo enfrentarnos con la muerte con esa misma ecuanimidad. Esta hermosa edición rebosa de la sabiduría de aquel que ha conocido en sí mismo ese estado de ser."Si puedes vaciar tu propio bote cruzando el río del mundo, nadie se te opondrá, ni nadie buscará hacerte daño.El árbol recto es el primero en ser cortado, la fuente de agua clara es la primera en ser agotada."Si la gente sigue chocando y enfadándose contigo, recuerda: ellos no tienen la culpa; tu bote no está vacío. Se enfadan porque tú estás ahí. Si tu bote estuviera vacío, parecerían tontos; si se enfadaran, sería una estupidez (...). Este símbolo del bote vacío es realmente hermoso. La gente se encoleriza porque estás demasiado presente, porque tienes demasiada substancia; eres tan sólido que ellos no pueden pasar. Y la vida está interrelacionada con todo. Si tú estás excesivamente presente, por todo habrá colisiones, ira, dep...
Otro libro que trae sabiduría. Once historias para reflexionar, rumiar y meditar. Les comparto parte del texto de un capítulo: "Buda solía contar una historia. Unos hombres atravesaban un río. El río era peligroso, estaba crecido, debía de ser la estación lluviosa- y el bote salvó sus vidas. Debieron de ser muy, muy inteligentes porque pensaron, "Este bote nos ha salvado, ¿cómo podemos abandonarlo ahora? ¡Es nuestro salvador y sería de desagradecidos el dejarlo!". Por eso transportaron el bote sobre sus cabezas hasta la ciudad. Alguien les preguntó, "¿Qué estáis haciendo? ¡No hemos visto nunca a nadie que transportara un bote!". Ellos le contestaron, "Ahora tenemos que llevar este bote durante el resto de nuestras vidas porque este bote nos ha salvado y no podemos ser desagradecidos". Esa gente aparentemente inteligente debe de haber sido muy estúpida. Da gracias al bote, pero déjalo ahí. No sigas llevándolo !!!!! Has estado llevando muchos tipos de botes sobre tu cabeza. Puede que no sobre tu cabeza, sino EN tu cabeza. Mira por dentro. Escaleras, botes, caminos, PALABRAS. Este es el contenido de tu cabeza y de tu mente. A un niño de unos cinco años le preguntó su profesor, "¿Ha aprendido ya a hablar tu hermanita?". El chico contestó. "Sí, ha aprendido a hablar. Ahora le estamos enseñando a que se esté callada". Este es el misterio. Tienes que aprender a hablar, es parte de la vida, y luego tienes que aprender a cómo guardar silencio y a cómo dejar las palabras. Las universidades, los padres, los profesores, te enseñan palabras, y luego tienes que encontrar un Maestro que pueda enseñarte a permanecer en silencio. Hablar con un hombre repleto de palabras es casi imposible. No puede escuchar, porque para escuchar uno debe de estar en silencio, para escuchar uno debe de estar receptivo. Las palabras no lo permiten; las palabras son agresivas, nunca son receptivas. Puedes hablar, pero no puedes escuchar; y si no puedes escuchar tu hablar es un hablar de loco. Estás hablando sin saber por qué, estás hablando sin saber de qué. Continúas hablando porque te liberas de alguna forma con ello. Cuando eres agresivo mediante las palabras que expresas, nada puede penetrarte, ni el amor, ni la meditación, ni Dios. Y todo lo que es hermoso, se da como un proceso hacia adentro. Cuando estás en silencio, sin palabras que quieran ser expresadas, cuando estás esperando, en ese momento de espera lo bello sucede, el amor sucede, la oración sucede, Dios sucede. Pero si uno es excesivamente adicto a las palabras, se lo perderá".