EL BOLIGRAFO DE GEL VERDE

Cuándo la rutina se apodera de tu vida, cuándo vives en esa pequeña celda que unen el trabajo y esos pequeños instantes con la familia que saben a casi nada e intentas dar un vuelco a tu vida, rozando casi la locura por conseguilo. Cuándo hay que pagar un alto precio por ese peaje. Esta es la historia que nos plasma en su libro Eloy Moreno, la historia de seguro muchisimos hombres y mujeres, que siendo absorbidos por una rutina que te envuelve y que te llegas a sentir preso de ella y alejarte de tu familia. Esta es una historia cualquiera, que bien podría ser bien la mia, la tuya o la de cualquiera.

Este es un libro que, aunque te deja un buen sabor de boca al final, no puedo decir que me haya gustado pues encuentro muchas incoherencias, la estructura y el clima de la narración son desiguales, provocándome un profundo sopor durante páginas y páginas. Cuenta la historia de un chico (del que no recuerdo ni el nombre, quizá ni se mencione)que trabaja en una oficina como informático. Está pasando por una crisis con su pareja (y hasta con la vida misma). Su día se resume en ir al trabajo, dejar a su hijo, recoger a su hijo, pasar un rato en casa , dormir, hacer la compra, etc, . Su vida se desarrolla sobre las mismas superficies ( su casa, su oficina, casa de los padres, supermercado, restaurante,...)Todo es muy rutinario, sin emoción. Podríamos decir que esta es la vida de muchos de nosotros, el problema está en que la narración es repetitiva y un bolígrafo de gel verde , durante muchas páginas, se erige casi en protagonista absoluto de la trama. Más del 70% del relato consiste en relatar esa rutina laboral, conyugal que se convierte en hastío. Tal es su aburrimiento ( y el mío) que mientras busca el dichoso bolígrafo verde perdido se dedica a espiar a sus compañeros de trabajo y ahí es cuando se complica la vida (a él y a los demás) llegando a hacer cosas bastante reprochables. Lo mejor del libro es el último tramo en el que da un giro y el relato se convierte en una lucha por reconstruirse con un mensaje final que bien podría haber empezado 100 páginas antes. Es justo reconocerle frases muy interesantes: “Siempre es posible hundirse un poco más, porque aun en el fondo, se puede seguir escarbando”. “Lo había perdido todo, hasta el destino. Cuando uno no sabe hacia dónde se dirige, difícilmente sabe cuánto le queda”. "A veces se trata sólo de eso, de difuminar la culpa, de que no recaiga por siempre en una, de no llevarla en el bolsillo el resto de la vida". Esta es la primera novela de Eloy Moreno y no puedo omitir el reconocimiento por haber promocionado él mismo este libro por redes sociales y a través de sus familiares. A partir de aquí, parece que su obra da un giro y se convierte en un escritor de éxito, pero si tengo que valorar esta primera obra tengo que decir que no me ha complacido mis expectativas. La próxima, tal vez!

Nuestro personaje, del cual nunca sabremos su nombre, nos intenta adentrar en su mundo monótono repetitivo y obsesivo y lo único que consigue es aburrirnos...aburrirnos sobremanera... leemos su desgracia y no conmueve.... Te dan ganas de pegarle un sopapo y decirle, dale flaco Te la buscaste... ¡sos patético! Y Te regodeas en Tu mediocridad. Creci con un padre que me torturó diciendo que no tenía que ser mediocre y muchas veces me pregunté ¿que es la mediocridad? Este libro es un claro relato de ella. Nuestro personaje es un ser obsesivo y quejoso. Sin sentido. Y esta obsesión lo lleva a ser una máquina de hacer cagadas. Nunca las asume con lo cual además de patético y mediocre es cobarde. Al final te sorprende pero no demasiado ya estás tan aburrido.... que no llega a dejarte un mensaje claro. Intenta ser un libro de autosuperación pero ni siquiera eso logra. Al libro le sobran muchas muchas páginas y termina siendo como su personaje: aburrido.

No me ha gustado este libro, para mi Eloy es más que todo esto, mucho más. Recuerdo “Tierra” con un cariño infinito, mitad locura mitad desesperación. Todavía me dura la sensación de desarraigo que me dejo “Invisible” en el corazón. No pasa un día en el que no me toque el mentón después de aquel KO técnico al que me sometió Moreno cuando tuve el discutible valor de subirme a un ring a intentar boxear con “Diferente”, fue inútil, su manera de meterse dentro de mis cosas me desbordó. El tío me desnudó cada una de las veces que se metió conmigo en la cama y lo hizo con tanta clase que todavía sigo sin poder explicar que fue exactamente lo que me arrasó. Eloy Moreno es mi tsunami. Esta vez no ha sido así, y no lo ha sido porque sé que estás equivocado. Por lo menos para mí. Lo note nada más empezar a leerte y es que a veces hasta tú y yo podemos tener un pequeño desencuentro. Si mi rutina es mi trabajo, bendita rutina que me reta a reinventarme cada día. Si mi rutina es mi hogar, yo lo elegí. Si mi rutina es la mujer que amo con la que he decidido compartir libremente el resto de mi vida, gracias rutina por traerla hasta mí, si mi rutina es mi hijo, sin duda lo que más quiero en este mundo, gracias rutina por inventarlo para mí, si mi rutina soy yo, solo soy el resultado de todas mis rutinas, que por cierto Eloy, una de ellas, una de las que considero más importantes, es precisamente leerte a ti. Quizás por eso, en este tema, cada uno vaya por su lado. Es lo que tiene el libre pensamiento, mientras que para ti el tiempo es un enemigo cruel, para mi es solo uno de mis más fieles aliados en esta tarea tan loca de intentar dejarme llevar libremente y definir como puedo vivir.

Para mi ha sido un poco decepcionante... Es mi primera lectura de Eloy Moreno y quizás había escuchado tantas alabanzas que me ha decepcionado un poco. Cuando comencé a leerlo pensé que iba a ser diferente, parecía que podría encontrar algo que me enganche pero ese momento no terminó de llegar. En su lugar me encontré la misma historia página trás página con diferente fecha. Entiendo lo que el autor quería transmitir con esto, pero creo que con menos días nos quedaba igual de claro. Además no llegué a congeniar con el protagonista no conseguimos llevarnos bien y esta relación solo consiguió que se me hiciera más exasperante. La parte final del libro si que tiene un poco más de fondo y es por ella por la que el libro consigue ascender al aprobado.

A medio camino entre una novela y un libro de autoayuda nos encontramos con esta historia que no ha hecho más que marearme. El protagonista es un antihéroe que sabe cuál es la opción correcta y sin embargo en muchas ocasiones toma la incorrecta y en otras tantas ni siquiera eso, toma una decisión incoherente e incomprensible que te deja pasmado y pensando '¿Qué le pasa a este tipo?' en esos momentos recurría a mis amigos/as y compañeras/os en esta lectura (ellos/as son el motivo x el cuál no abandoné este libro) y resulta que ninguno comprendía bien de dónde surgían semejantes acciones y la pregunta sobre la salud mental de nuestro protagonista se sucedía en diversos momentos. Por si no les hubiera contado suficientes aspectos negativos de mi lectura les comento que sin dudas a esta historia le sobran páginas y páginas referentes a la pérdida del 'boli de gel' y mi opinión general es que debería meterse el boli...sobre la oreja, para no perderlo. Al principio de la reseña les conté que me costaba definir si era una novela o un libro de autoayuda, la respuesta es que es un manual de ANTIAYUDA.

Este mes leí también "El regalo" de este mismo autor, y me gustó mucho, así que decidí seguir con él, pero esta novela me ha gustado pero a la vez decepcionado. A veces es demasiado confusa respecto sobre quién está hablando el narrador (que no es otro que el protagonista), no me resultó aburrido pero sí muy repetitivo con respecto a la forma que tenemos en perder el tiempo sin darle importancia a lo que realmente importa, vamos que la idea principal de toda la novela es la misma que la anterior que leí de Eloy Moreno. Nos habla de un hombre que está pasando por una crisis existencial, no le encuentra sentido a su trabajo, a su matrimonio, a la relación con sus compañeros y se obsesiona con un boli verde que le llevará, según él, a espiar a todos sus compañeros de oficina, descubriendo cosas de su intimidad y dándose cuenta de que algo falla en su vida por lo que tomará una decisión para poder cambiar el rumbo de esta. La verdad que la novela es un poco deprimente y a mí me desquició un poquito (bastante) el protagonista. Pero tampoco ha sido una pésima lectura.

A veces, no nos damos cuenta del tiempo que perdemos vanalmente con chorradas, sin mirar lo que tenemos al lado día a día, y no disfrutar de todo eso, tiene sus consecuencias, a la larga, como el enfriamiento en nuestra pareja, o relaciones más cercanas, nos centramos tanto en el trabajo y demás problemas que todo lo demás, queda en un segundo plano. Siempre se puede mejorar, se puede cambiar o, simplemente abandonar y rendirse, pero siempre hay una opción. Este libro nos invita a la reflexión, a parar y pensar un poco en lo que tenemos y no valoramos, y es más, los errores que podemos cometer estando en un estado de negación absoluta, porque mal interpretamos todo lo que vemos y a veces, las cosas no son lo que ven nuestros ojos 👀. Hay que parar, pensar, dialogar y por último la toma de decisiones. Libro muy recomendable.