EL BARON DE BALLANTRAE

En el condado de Durrisdeer (Escocia) aún pueden verse los decadentes restos de una antigua mansión que perteneció a los señores de Ballantrae. Cómo llegó a tal estado será descubierto al ser liberados unos antiguos documentos cuya lectura estuvo prohibida durante un siglo. Todo comenzó a mediados del siglo XVIII durante el levantamiento jacobita escocés contra el rey inglés que los sometía. El barón de Ballantrae, apuesto, pícaro, mujeriego y mal cristiano, acude a la lucha pese a la negativa de su familia pues siendo el primogénito y heredero, debe quedar a salvo. Pero el barón es demasiado intrépido y desobediente para permanecer en casa y participa en la famosa batalla de Culloden que supuso una auténtica masacre para los escoceses. La muerte del heredero hunde a la familia y a su prometida. El segundón, lord Henry, el hombre más piadoso y cristiano que pudiera hallarse, y la joven deciden casarse para de ese modo intentar recomponer la familia. Pero la sombra del primogénito es demasiado alargada y se interpondrá permanentemente. El barón, sin embargo, consigue escapar con vida en un barco que es abordado por unos piratas. Con el tiempo, el encanto endiablado del barón pondrá a la tripulación de su parte, que se amotina y lo nombra capitán. Comienza, entonces una vida al margen de la ley. Cuando consigue suficiente oro, abandona a su tripulación en las costas de Nueva York y esconde el tesoro. No imagina cuantos problemas le ocasionará esta decisión… Decide entonces regresar a su hogar, pero su presencia no traerá consuelo ni paz. Su carácter y actos llenarán a los suyos de sufrimientos y odio... Es ésta una obra a la que tenía muchas ganas , siendo R.L. Stevenson uno de mis favoritos en la niñez (La isla del tesoro) Pensé que me reencontraría con algo parecido, una novela puramente de aventuras, y lo es, pero no he podido evitar compararla todo el tiempo con aquella otra del mismo autor El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde por la dualidad permanente entre el bien y el mal que aparece reflejada en el barón de Ballantrae (malvado, diabólico, se me cayó el mito de aquella película, basada en el libro, de Errol Flynn que vi en mi infancia) y su hermano Lord Henry (bueno hasta parecer tonto) El inicio de la novela es algo farragoso, el resto se conduce en el estilo propio del escritor que tantos autores posteriores admirarían e imitarían. Para el disfrute de amantes del género y la época.