EL BANQUERO

Eduardo Escasany presidente de ADEBA y del Banco Galicia (el más grande de los bancos privados) ante otros banqueros se empeñó en acrecentar las sospechas de quienes creen que los bancos son un hecho ilícito en sí mismo al exigir el fin de las investigaciones a las entidades financiera (Banco República no lo mencionó). Pero aún desajustada y desprolija la situación emergente de la caída de los bancos del grupo Moneta había cumplido la misión de suministrarle una trama a la crisis (2001), de situarla en un relato, de poner nombres y apellidos allí donde no estaba sino el concepto genérico de capital financiero. Desde ese momento redescuentos, offshores, lavado, tenían lugar en la vida de los argentinos, junto a variadas adquisiciones de la cultura cotidiana como los vaivenes de la bolsa y las caprichosas oscilaciones del riesgo país. El rey había quedado desnudó, pero seguía siendo el Rey.