En las primeras décadas del siglo XV nacen las grandes movimientos artísticos (cubismo, fauvsimo, futurismo...), y nace con ellos una nueva manera de entender el arte mismo, en la que se encuentran y se contraponen el instinto del expresionismo y las vanguardias más radicales, por una parte, con los dadaístas y los surrealistas a la cabeza, y por otra la racionalidad del abstracismo y la pintura metafísica.