Sinopsis de EL ARTE DE AMAR

8 reseñas sobre el libro EL ARTE DE AMAR

Admirada Irene, mi unilateral compromiso contigo luego de disfrutar tu grandiosa obra “El infinito en un junco” fue leer tus deliciosas recomendaciones y citas de libros de todos los tiempos. Y empecé por éste. Confieso que también motivado porque decías que uno de los primeros censurados de la historia había sido Ovidio y por escribir este libro tuvo que partir al exilio donde finalmente encontró la muerte sin poder volver nunca a su Roma añorada. El emperador Augusto no sólo lo exilió, sino que también desterró los versos de este libro de las bibliotecas públicas. O sea, este episodio inauguró en Europa la censura moralizante. Pero Augusto no lo logró. El emperador más poderoso no se las pudo con este librito alegre y erótico. Tampoco todos los que lo prohibieron después. Una cadena de complicidades, siglo tras siglo ha permitido que hoy lo tengamos con nosotros. También desde la resistencia y la porfía surgen los clásicos. Veamos de qué se trata. En primer lugar el título está mal puesto. Debería llamarse “El arte de la seducción” o algo así. Era más bien un libro de autoayuda en su tiempo, de sabrosos versos con sendas recomendaciones tanto para hombres como para mujeres. Algunas podrían ser aplicables todavía hoy. Nadie se va a oponer a sanos consejos como “Sea tu habla suave, luzcan tus dientes su esmalte y no vaguen tus pies en el ancho calzado; que no se te ericen los pelos mal cortados, ..., No lleves largas las uñas, que han de estar siempre limpias, ni menos asomen los pelos por las ventanas de tu nariz, ni te huela mal la boca, recordando el fétido olor del macho cabrío” Pero con otros consejos de este manual de ayuda claramente se notan los dos mil años de envejecimiento y es mejor dejarlos ahí. Hoy le diríamos a Ovidio, “cruzaste la línea viejo, qué bicho te ha picado, las brutalidades que escribiste. Si esto se publica en las redes sociales te van a hacer picadillo. El exilio al que te mandó Augusto sería cosa de niños con lo que te pasaría…”Es que según Ovidio para lograr el fin todo vale, cualquier camino sirve para conseguir ese dulce objetivo deseado. Yo fantaseaba con recomendarle a unos amigos de mala suerte en el amor que lean a Ovidio, para afinar la puntería, digo, mejorar sus posibilidades de éxito. Pero definitivamente ahora me queda claro que no es una buena idea. Más confundidos quedarían. En esta lectura enrevesada, en que hay que releer para entender e ir al glosario bien seguido y que me aburrió en varios pasajes, queda claro que los dioses siempre están de cuerpo presente. Sobre todo ella, la sin par, la incomparable. Me refiero a Venus, naturalmente. Sin embargo, hay que quedarse siempre con el lado positivo. Y creo que “Ut ameris, amabilis est”. Es el filtro más poderoso y eficaz. “Nada nos atrae tanto a una persona como el saber que no le somos indiferentes, y nada cautiva a ésta como los agasajos y asiduidades, reveladores de la estimación en que la tenemos” Es decir, la amabilidad ayer, hoy y siempre.


Difícil tema es este del amor. Yo no estoy de acuerdo con Ovidio, no creo ni que pueda ni que deba estarlo, creo que se equivoca, creo que nos separan demasiados siglos de relaciones .Creo que del amor hay que hablar siempre a pulmón. La primera vez que me ¿enamore? Lo hice de una mujer tan violenta que no tuvimos otra que acabar desnudos en una cama de exposición de la tienda de muebles que su madre tenía en mi pueblo .Su madre, que había ido al colegio con la mía desde muy pequeñita, alertada por el escándalo que provocaban dos jóvenes de 18 años a los que le sobraban un par de toneladas de testosterona, bajo al sótano ,encendió las luces de la tienda y nos pillo en plena faena. Fue un drama, a mi madre casi le pega un sincope y mi padre me soltó una hostia que todavía hoy me escuece cuando recuerdo los detalles de aquella historia. Ni que decir tiene que aquello no era amor. A los 18 años lo persigues sin tregua , lo haces cada día porque está grabado en tu naturaleza. Tu corazón es joven y es extremadamente duro, lo aguanta todo, sufre desengaños con una facilidad que hoy te resulta aterradora, encajaba los celos sin derramar ni una sola lagrima de rabia y buscaba el sexo con la ansiedad de un auténtico debutante. ¡Quien pudiera volver a aquellos años sabiendo lo que uno sabe hoy! La segunda vez que me ¿enamore? Fue de una mujer tan Zen que para sellar nuestro amor ,acabamos en pijama en una cama ochentera tirando a hippy rodeados de un sin fin de velas con olor a eneldo quemado, arropados por la música de Simon y Garfunkel y limitandonos a hablar de nuestro sentimientos mientras dábamos buena cuenta de un interminable canuto de maría colombiana. El amor tántrico definitivamente no fue lo mío, eso de amarse sin tocarse me pareció muy idílico, pero a la hora de la verdad tengo que reconocer que a mi me va más lo que viene siendo hasta ahora algo mas tradicional. Con ella aprendí que por mucho que esto vaya de sentimientos, hay una verdad que es universal, no existe el amor sin roce, no puede existir, es imposible. La tercera vez que me enamore (esta vez sin signos de interrogación) , tuve la suerte de hacerlo de un ángel que se cruzó en mi camino y me arraso como un tren de cercanías . Yo lo viví, lo he sentido, fue mi dueño , yo he tenido esa suerte. Nunca habrás vivido lo suficiente si no lo has notado invadirte como una marea. Comprendí entonces lo que es el amor, lo infinito de su significado, ella me lo enseño, me hizo vivirlo día a día, nunca lo forzó, ella lo hizo a su manera. Toda una vida dando vueltas de aquí para allá y lo tenía a la vuelta de la esquina, esperándome a escasas dos pulgadas de mi corazón. Que locura. Fueron tan pocos los años que estuvo a mi lado que ahora para mí son solo recuerdos que se han ido quedado poco a poco en un puñado de pequeños instantes, aun hoy hay detalles que casi no puedo recordar. Ella murió y entonces fue cuando entendí como del rayo lo que significaba amar a una mujer, comprendí atónito lo voraz que puede llegar a ser la sensación de haber perdido esa brutal sensacion para siempre.Me lo dejo bien claro mi alma el día que me abandono y decidió que se iría con ella para siempre . Así que sí , yo entiendo lo que es el amor Sr Ovidio y está usted muy equivocado . Hoy ya soy mucho más mayor, el tiempo no pasa en balde y ahora soy más de sentarme con una mujer y escuchar junto a ell a Pancho Céspedes , dejarnos inundar por un buen bolero cubano y después que surja lo que surja mientras nos miramos y nos reflejamos en la inmensidad total de sus versos "Que Hago contigo, mi amor que hago contigo , con el dolor que se ha quedado en el camino , con esta sensación de amargo vino…." Quizás usted Sr Ovidio, si pudiera hacerlo ,después de escuchar un par de boleros , tal vez dudara y en un gesto que sin duda le honraria, quizás decidiera volver a escribir este libro. O esa es solo mi opinión.


Si te apasiona la sociedad Romana, aquí tienes algo que debes leer. ¡Y es que vaya maneras con las que se cortejaba en aquella época! Muy divertido, muy ameno, muy gracioso.


Es un divertido manual para conseguir mujeres a principios del siglo I d.C. Se pueden sacar un par de enseñanzas que van lejos de la moral y que por eso generó cierta repercusión en la antigüedad y, sobre todo, en Augusto. Ciertamente, tiene la intención de provocar a los lectores y decir mucho de lo que está oculto. Es corto y entretenido, vale la pena darle un vistazo.


Me quedo con esta sencilla frase de Ovidio, que resume este manual irónico y lleno de consejos con los que poder alcanzar el amor: "Si quieres ser amado, sé amable".


Hay clásicos que atraen otros no merecen permanecer más en el tiempo…. Tenia gran curiosidad por leer a Ovidio, pues fue aclamado por los personajes de otros libros, pero he de decir que me decepcionó, incluso me hizo enojar con algunas de sus frases, que no caben dentro del lenguaje inclusivo y en ocasiones resultan ofensivas, por ejemplo: “Si eres fea, parecerás hermosa a los que están ebrios y la noche velará en las sombras tus defectos.” O qué tal está otra: “Repugna la mujer entregada a la embriaguez; en tal situación merece ser la presa del primero que llega; y de sobremesa tampoco se rendirá sin peligro al sueño, que es muy propicio a los ultrajes hechos al pudor.” Merece ser la presa!!!!! Que más podría decir!!! Cómo libro cumple con la función de mover las emociones, entiendo que en la época en que fue escrito las cosas eran así y como evidencia de la conducta humana está bien, pero ninguna otra alabanza saldrá de mi.


Ovidio plasmó en este libro una serie de consejos sobre las relaciones amorosas, utilizando la poesía de forma ingeniosa, logra atraer la atención en primera instancia, debo decir que me quedo con las dos primeras partes, sinceramente la tercera no debió ser escrita, paso de ella. No es algo que volvería a leer, más por no ser mi estilo que por ser un mal libro, no lo es, de hecho para haber sido escrito en el año 2 a.C., tiene contenido muy interesante, lo recomiendo para esas personas que necesitan consejos sobre amor y seducción 😏


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FRASES DEL LIBRO EL ARTE DE AMAR

“ Soy el poeta de los pobres porque amé siendo pobre, y como no podía brindar regalos, pagaba con mis versos”


Publicado pormbenitez