El desarrollo de una de las ramas de la educación gerontológica, los programas formativos destinados a mayores, debiera ser el “hoy empieza todo” de su desarrollo pleno. La educación gerontológica pretende reforzar la idea de la educación como transformación; la educación como posibilitadora de la autonomía, como objeto y como método de obtención de cambios. El objetivo debe ser el observar y transformar la vejez de un período de dependencia y deterioro, en un periodo de reto y productividad. Así pues, uno de los ejes fundamentales en el surgimiento de la gerontología educativa tiene que ver con la mejora de la calidad de vida. La existencia de una nueva realidad sociodemográfica en las sociedades desarrolladas con un proceso de envejecimiento de la población de personas mayores, con un incremento de la esperanza de vida y con la constatación de nuevas necesidades y demandas de la población de personas mayores no solo de salud o sociales sino también de cultura ocio y participación social, hace que la educación gerontológica adquiera un papel fundamental como respuesta de la sociedad a los nuevos retos y demandas sociales, a la existencia de un nuevo grupo social. A la posibilidad de educar a lo largo de toda la vida y al desarrollo de la función cultural. Desde nuestro punto de vista, pues, en este momento álgido de los programas es importante realizar investigaciones que permitan desarrollar las amplias posibilidades de la educación destinada a este colectivo en un contexto, la Universidad, en el que la investigación, constituye uno de sus objetivos principales.