"No hay mejor música que la de un corazón afinado. Solo entonces suena el alma del mundo"
Novela simplemente preciosa. Son dos ancianos que ingresan en una residencia exclusiva por voluntad propia. Y cuentan cosas. Ahí lo dejo. La novela la forman pocos personajes, unos 4. Pero tiene una base taaan bonita. Hay trozos de lectura que vuelves a leer por lo que dice, por cómo lo dice. Hay que darle una oportunidad a este libro. Segundo libro que leo de este autor y gratamente sorprendida.
Un libro muy bonito escrito con una gran sensibilidad. Las historias de Clea y Otto en un Centro de Ancianos de alto standing, Buenavista, están llenas de recuerdos, secretos y grandes sorpresas. La vejez y la música, como telón de fondo. Y en medio de ellos, la historia de Ilona, una húngara quebrada por su vida amorosa y su pasado, en un país carente de libertades y anclado en una política comunista. Libro muy recomendable, con frases que dejan lecciones de vida y un buen sabor de boca.
Maravilloso. Soy poco imparcial porque este hombre me tiene conquistada. Llegar al final de la historia y tener la necesidad imperiosa de volver al principio, eso es un giro que no se consigue fácilmente en un libro... Eso es El alma del mundo.
Habrá complejidades, seguro. Y las habrá porque el ser humano es así, sobre todo los ancianos: ricos en su complejidad, simples en su expresión.
No te hagas nunca vieja, Ilona querida. No hay nada más cansado ni más desagradecido.
Está convencida de que los recuerdos y las dudas son más verdaderos si se comparten y no está muy segura de querer que lo sean. Por eso intenta callar y sortea las preguntas de Clea como puede, defendiendo su intimidad a golpes de «no sé».
...el pasado de las cosas era también un lujo que nadie podía permitirse. Las cosas eran en presente o no eran, existían mientras eran útiles, mientras servían.
—A mí no. —¿Por qué? —Porque no. Otto soltó una carcajada tímida. —Una razón muy convincente.