EL ALEPH

Sé que Borges infunde mucho respeto. Fue un autor con una imaginación desbordante y toda su producción tiene tal nivel lingüístico y cultural que no es asequible. Por eso hay muchos lectores que se resisten a empezar a leerlo por si la dificultad de sus textos de la que todo el mundo habla lo hacen inaccesible, incomprensible o aburrido. Pienso que la clave está en leer este compendio de relatos despacio, quizá uno al día, sin ninguna prisa y no impacientarse. Si no se entiende, se vuelve a leer. No pasa nada. Sólo puedo decir que merece la pena leer a Borges porque sus relatos son pura ficción, aunque algunos estén basados en personajes reales, pero hay tal profusión de detalles que parecen legados de historia, mitología, pensamiento o religión que los hacen fascinantes, increíbles. El simbolismo de los sueños, los laberintos la idea de la muerte, el concepto de infinito, el misticismo, están presentes en buena parte de los relatos. Es impresionante e increíble saber cómo estos relatos han salido de la mente de una sola persona pues encierran tanta inteligencia, tantos conocimientos que parecen creados por varias personas. Mis relatos favoritos son El inmortal, La otra muerte, Emma Zunz, Los dos reyes y los dos laberintos, El Aleph. Es muy interesante acercarse a Borges por lo que aprendes ,por lo que disfrutas y por favorecer la reflexión sobre los grandes temas del pensamiento y preocupaciones del hombre. Borges es genio, ingenio, curiosidad, profundidad, paz.

Jorge Luis Borges mereció ganar el premio Nobel. Este libro de relatos tiene un nivel colosal y yo no estuve a la altura de su arrolladora filosofía. Volveré a leerlo cuando esté más preparado, ha sido un desafío seguirle el ritmo. Sin embargo, es un gran narrador y quien ha estado en falta he sido yo. Para una lectura más disfrutable quiero recomendar un orden de lectura:"Emma Zunz", "Abenjarán el bojarí, muerto en su laberinto", "El zahir", "La escritura de Dios", "El aleph", "La casa de Asterión" y "El inmortal". Fue un deleite. Lo releeré, es una promesa.

Jorge Luis Borges marca la pauta de la creatividad del genio, con sus cuentos fascinantes, guiándote a una atmósfera entre la falacia y la confabulación por parte del escritor. En este libro nos muestra su destreza de imaginar historias donde lo autentico y la fantasía se cruzan hasta que el lector no distingue cuál es la diferencia. 28/07/2020

Difícil de hablar de este libro. No podría decir que no me haya gustado, pues estaría mintiendo, faltando a la verdad respecto de algo que, dentro de mí, sé muy bien que no es así. Estoy completamente seguro de ello, cómo podría no gustarme Borges si es de lo más profundo, completo y bien estructurado que jamás haya leído. Entonces: Qué es lo qué pasa cada vez que lo leo? Creo, aunque no lo sé con exactitud, que lo que me sucede es que Borges requiere que sus lectores sean perdonas demasiado estructuradas, cultas y pausadas para poder leerlo, y, tal vez, quizás, eso es lo que a mí me sigue faltando. De otra parte, siento que no me logró sincronizar plenamente con sus relatos porque, cada vez que los hago míos, que los interiorizo y que los estoy disfrutando, estos tienden a acabar. Se terminan cuando yo apenas estoy comenzando… es un error propio de sintonía frente a los relatos. Dentro de este libro, el autor hace uso de su cultura inmarcesible para contarnos sobre acontecimientos que tienen relación con la literatura universal. Allí es donde se tiene que saber, surge esa necesidad de conocer sobre lo que se está hablando, porque si no lo haces, o te pierdes, o no explotas para disfrutar el contenido de la lectura. El autor, a través de una estructura que le ha permitido erigirse como maestro en las lastras, como un artista, narra la historia de varios personajes, que, algunos, existen bajo su creación, pero que llegaron a ser memorables con la posibilidad de perdurar en el tiempo y dentro de los recuerdos de sus lectores. Son varios los relatos que me dejaron recuerdos agradables, como Emma Zunz, Alberjacan, Benjamin Otalora, entre otros. Ciertamente hay que leer a Borges para saber si te gusta o no, pero, sobre todo, para ver cómo resulta práctica esa frase socrática acerca de que no sabemos mucho de absolutamente nada, somos unos novatos. Eso me gusta, me recuerda de valores que nunca deben perderse. Borges te trata como si fueras su par, su forma te permite comprender, pero la profundidad de su conocimiento, luego, te pega un golpazo en la cara. Hay que leerlo. Lo leí. Ahora, quiero aprender a disfrutarlo.

Hace 10 minutos estoy intentando escribir algo sobre "El Aleph", pero llegué a la conclusión de que nada de lo que pueda decir va a hacerle justicia a esta obra. La lectura puede costar por momentos, pero créanme, vale la pena.

Una compilación de cuentos, son asombrosamente perfectos cada uno de ellos. Toca temas increíbles, de la manera que sólo Borges podría hacerlo. Es un libro muy ameno, disfrutable y digerible si estas acostumbrado a leer bastante, si apenas inicias en la lectura no te lo recomiendo. Abarca temas como la inmortalidad, el infinito, identidad personal y el tiempo.

El Aleph del maestro Borges, en esta obra encontramos una selección de 17 cuentos algunos muy entretenidos y en otros podemos encontrar muchas referencias bibliográficas, insinuaciones teológicas y proposiciones metafísicas que exigen de un lector con una muy buena formación académica, sin embargo pienso que vale la pena leerlo al menos se puede seguir la historia sin llegar a hacer una exegesis profunda y detallada de ellas.

Que difícil me resulta reseñar este libro. Siento que Borges es inmenso, con un conocimiento y un vocabulario monumental, extensisimo, colosal. Sus relatos tienen un trasfondo interpretativo inmenso. Lo disfrute mucho, lo entendí menos. Siento que si el libro fuera una naranja yo le saque solo el jugo exprimiendo con la mano, al repetir la lectura se va a ir aprovechando mas y mas. Tiene relatos muy buenos y otros que son buenos. La verdad, una experiencia excelente. Si, con Borges hay que leer mucho para entenderlo. Pero, por que no animarse a leerlo y tener tu propia experiencia? Nunca se me hizo ni pesado ni aburrido