EL ACONTECIMIENTO

Marzo 2023 libro 31 🌟🌟🌟🌟 Primer libro que leo de la autora ganadora del Premio Nobel del pasado 2022, es un relato corto, en el que se te mueve un poquito las entrañas hayas sido madre o no, hayas tomado la decisión libre o no de abortar, y ya si tus convicciones religiosas te hacen estar en contra mejor no lo leas, éste no es tu libro, te va a sentar muy mal. Pienso que hay que estar en las circunstancias de cada una y traer un hijo al mundo es una responsabilidad, no una obligación, por un descuido, o el caso extremo por una violación, puedes hacer a esa criatura una desgraciada y a tí misma, pero por supuesto es una cuestión muy personal y cada uno hace lo que quiere, bastaría más. De algo si estoy segura, no es el estado el que debe prohibir o no el aborto, es la mujer la que libre y voluntariamente debe decidir, conforme a sus creencias y convicciones morales, algo que es a ella la que le incumbe, desgraciadamente el prohibirlo, no va a evitar abortos, tendrá como consecuencia abortos clandestinos que lleva a tantas muertes de mujeres y a barbaries cometidas por condiciones inadecuadas y por desaprensivos que por dinero y ante esta situación son capaces de hacer cualquier barbaridad . Lo que sí me ha sorprendido del libro es la forma de contarlo, referirse a ello como un acontecimiento, quizás si no le das su verdadero nombre es como si no pasara lo que en realidad es y quiero pensar que es lo que hace la autora, en momentos me he sentido incómoda con la lectura pero sobre todo por la frialdad con la que está narrado. Es el primer libro que leo de Ernaux y a pesar de todo me ha gustado, volveré a leerla en otra ocasión.

Pienso que este libro, que constituye un relato sobre un “acontecimiento” que tuvo que vivir la propia escritora cuando quedó embarazada y no quería tener a su bebé, debe ser visto desde dos perspectivas para así, y es lo que creo, no encasillarlo como bueno o malo. Como escrito: se trata de un relato muy sencillo en el cual se nos narra la vida de una estudiante universitaria desde el momento en que se entera que está embarazada. Lo que pasa por su cabeza, porque ella es consciente que en ese momento un hijo puede truncar sus planes, puede llevar a que se le impida conseguir su objetivo como mujer y como profesional. La forma en la cual tiene que buscar ayuda para poder interrumpir su embarazo en un país y en una sociedad en la cual no está permitida esa conducta, la cual, incluso, se encuentra tipificada como delito. Se narra sobre todas las conversaciones que tuvo con sus amigos y personas que habían pasado por una situación similar, los consejos que le daban. La ayuda que requirió de médicos que, a pesar de no consentir esa práctica, le enseñaban sobre el camino que debía seguir. Como escrito, me pareció una obra plana, sencilla que, quizás, no volvería a leer. Como mensaje: Esto ya es otra cosa. Es un relato… sí. Sobre un acontecimiento que tuvo que vivir la autora… sí. Pero esto va mucho más allá de eso, porque se adentra en un análisis subjetivo sobre si el aborto es en sí mismo o no una desgracia para quien se lo practica. Y es acá en donde pueden llegar los señalamientos, de un lado, sobre la vida como bien supremo y la imposibilidad de decidir sobre quitar la vidas a quien no puede decidir; sobre la irresponsabilidad que puede haber tenido quien quedó embarazado; y, por otro lado, sobre el derecho de la mujer de decidir sobre su futuro, sobre su plan de vida; sobre los miles de hijos no deseados que se encuentran desamparados. Un debate sin fin que dependerá, como siempre, de los ojos que lo vean. En el libro siento que no hay lugar al debate, la planicie del relato no lo permite: simplemente lo hizo porque así lo quería. Y lo logró, punto. Se habla, eso sí, sobre la necesidad de regular una conducta que ha acontecido desde siempre, y pienso que para siempre. Sobre los problemas que tiene que vivir una mujer al enterarse que está embarazada y no querer ese hijo. La soledad que siente al encontrar que, según lo dicta “la costumbre y las máximas de la experiencia”, será ella y nada más que ella quien deba responsabilizarse por una conducta de dos. Habla más sobre la forma en la que funciona “el sistema”, el cual, lastimosamente, tiene en cuenta para funcionar: Quién es el paciente. Habla sobre la forma en la que llega el reproche: dependiendo de la clase social, de si es un estudiante o un campesino. Habla, y me quedo con eso, sobre la doble moral: Cuando ya se ha practicado el aborto, llegar ahora sí las respuestas, la solidaridad, la ayuda. Antes, la mujer le huele a azufre… Es un libro que, desde el punto de vista del mensaje, sí me ha gustado.

El acontecimiento es una novela breve, narrada en primera persona, donde la protagonista se ve en una situación desesperada. Está embarazada y no quiere estarlo bajo ningún punto de vista. Hasta acá lo que sabemos todos, creo que habiéndolo leído o no, ya que tuvo mucha repercusión por su reciente premio. Lo que hace todo esto interesante es la época (años 60) y la manera en que está narrado. Lo que más critican de esta novela, según leí, es la frialdad con la que toca la temática y que no permite al lector empatizar con la protagonista y la historia, y creo, a mí parecer, que es justamente lo que más me gustó. Encaja perfectamente el tema que trata, como se siente la protagonista con el cómo lo transmite. La descripción al detalle de los intentos de aborto, el antes y el después de la decisión que toma, son fuertes, es cierto, puede resultar impresionable, pero me pareció bien desarrollado. Creo que son de esas historias que es interesante leer, al margen de la postura que se tenga con respecto al tema. Para mí es una novela que funciona muy bien y está bien desarrollada en la cantidad de páginas que tiene. Más de 60 páginas la hubiera arruinado. Me gustó la autora y probablemente lea más de ella.

Un libro corto que retrata un momento muy duro de la escritora. Un relato autobiográfico, sobre un tema complicado y que se suele vivir de manera más íntima y personal. Annie Ernaux se atreve a contarlo en un espacio breve a modo de memorias y que acaba por ser cruel, duro y solitario. Un problema de muchas mujeres en infinidad de lugares en el mundo. Un libro que habla de valentía y necesidad. De luz y esperanza. Un breve instante puede convertirse en eterno, así defino este libro. 8/10

No sé por dónde empezar dando mi humilde opinión de este libro. Tal vez siendo muy directa como ella (Annie Ernaux) y decir llanamente que no me gustó. 🙄🥴🤦🤷 Pero eso no quiere decir que he perdido mi tiempo, porque algo me ha dejado y es reflexión frente a un tema que a día de hoy en muchos países aún hay debate, controversia; con unos a favor y otros en oposición. Y que frente a este dilema no hay absoluta legalidad. Los siglos de moral aún acechan. Ser mujer y no morir en el intento. Me demuestra que tengo mucho que aprender y que, prácticamente, no soy experta en nada. Me demuestra mis contradicciones. Mi primer acercamiento y no ha sido favorable, a mi pesar, me deja esa sensación de no volver a leerla. 🤷 Pero es posible que tarde o temprano vuelva a ella para leer que más tiene. 😅 Es un pequeño librito que está narrado de manera cruda, sin tapujos, con sinceridad, una experiencia de la autora tal cual lo vivió, contada a través de sus memorias, sentidos y emociones congeladas, "es que no hay chispa en la narrativa", yo no lo encontré ameno. Si, si tiene profundidad, logra llevarme a su terreno - realidad pero de manera muy, muy fría 🥶🥶🥶 narra su aborto clandestino en 1963 pero sin signos de emoción, sin retoques ni ornamentos. Creo que reseñar este libro sea osado ya que no poseo el conocimiento suficiente, ni un comentario ilustrado. Yo solo sé, que voy aprendiendo y viendo diferentes perspectivas. Nota: hay película y no pienso verla. 🤗

Acabo de terminar el libro y me he pasado un buen rato mirando el teclado sin saber cómo narices ordenar todo lo que estoy sintiendo. Es un libro muy corto, pero se me ha hecho muy difícil de leer. Me ha dado la sensación de que cuenta algo tan doloroso como quien está escribiendo la lista de la compra, en forma robot activada. Escrito de forma autobiográfica, nos cuenta un episodio de su vida, una decisión, supongo que difícil: abortar en una época en la el aborto era ilegal y castigado con penas hasta de cárcel. No me gusta juzgar a nadie, por supuesto que no he estado en su misma situación, pero sí me he rodeado de personas que lo han estado, y en diferentes formas: Conozco a una señora que abortó varias veces porque tenía muy claro que no quería ser madre (al menos una de las veces fue en un viaje a Francia), tuve una tía que abortó espontáneamente tres veces y cuya mayor ilusión era tener un bebé en brazos (de hecho, ella me dio mi primer biberón) y mi propia madre decidió seguir adelante y tenerme a mí con 17 años. Podrá haberlo hecho bien, regular o mal, pero siempre voy a aplaudirle la valentía de intentarlo Comprendo que el hecho de pensar en ese bebé que, perfectamente pude ser yo, no me ha permitido identificarme en ningún momento con la protagonista. Desde pequeña, en casa me enseñaron que cada acción tiene sus consecuencias y con ello convivo cada día, intentando enseñarles lo mismo a mis hijos. Por otra parte, recuerdo cuando las mujeres de mi país tenían que irse a Francia para poder hacer lo mismo o la cantidad de mujeres que se han quedado en el camino por no hacerlo con las condiciones apropiadas y se me encoje el corazón. ¡Cuántas vidas se hubieran salvado con un poco de ayuda! Esa ayuda que tuvo mi madre, el apoyo de la familia, que en estos casos me parece imprescindible. Me ha parecido una forma de escribir tan fría que he terminado de los nervios, dejando de leer y bebiendo agua cada dos por tres, como si necesitara hacer pasar la bola que se formaba en mi garganta y enfriar la sangre que notaba comenzar a hervir. Sinceramente, aconsejo su lectura, pero yo no lo volvería a leer.

Un relato corto de una dureza impresionante completamente necesario hoy en día, cuando aún no se legaliza el aborto en algunos países y en otros se plantea volver a prohibirlo. Annie Ernaux vuelve la vista hacia su Yo de 23 años para narrarnos su aborto clandestino en el que casi muere desangrada. Si bien no me terminó de convencer la prosa de la autora creo que es un libro que todos deberíamos leer y tener en cuenta en los tiempos que corren. Que hoy la Ley haya cambiado en muchos países no debe silenciar a las que casi pierden su vida por cosas como esta. Basta ya del chantaje psicológico que promueven algunos partidos políticos porque esta debe ser una decisión exclusivamente personal. Una de la finalidad de este libro es demostrar que la que quiera abortar va a abortar sí o sí, se ponga o no su propia vida en riesgo; el que crea que poner obstáculos es la solución está equivocado. Nosotras no somos ni delincuentes ni asesinas.

Hacía tiempo que quería leer a esta autora y el Premio Nobel ha sido el empuje definitivo para empezar a conocerla. Una autora de autoficción, que utiliza recortes de su vida para expresarse a través de la literatura. Con un estilo directo, sencillo y claro, que toma cierta distancia emocional para explicar en este caso un evento que seguramente la marcó. El relato de un aborto en una época en la que era ilegal, pero la decisión de no seguir adelante con el embarazo era firme. La autora nos narra este acontecimiento tomando la distancia y frialdad emocional que dan los años pasados. Pero a medida que avanza, la descripción de los hechos va siendo más detallada y las imágenes se clavan en la retina como si la vivencia fuera propia. Unas imágenes que, aunque pasen los días después de la lectura, siguen vivas, no se borran. Imágenes que incomodan, que duelen y que sorprende darse cuenta de cómo a través de esta distancia emocional consigue provocar tantos sentimientos en el lector. Una distancia seguramente lograda para resaltar este acontecimiento más desde la crítica que hacia lo que supuso para ella internamente. Una crítica hacia un sistema que le puso muchas trabas, unos médicos que nada ayudaron, una sociedad llena de prejuicios y unas condiciones de inseguridad que ponían en peligro la salud de la mujer. Y lo explica sin sentirse culpable, sin remordimientos, sabiendo que estaba haciendo lo que tenía que hacer y con el orgullo de, a pesar de todo, haberlo conseguido. Quizás este no sea el libro más adecuado para empezar a conocer a la autora y no sé si este estilo se repite en las otras obras. Pero, aunque tenía las expectativas muy altas, y en un principio no encontré lo que esperaba, al dejar pasar los días lo he ido valorando más por la huella que me ha dejado, y las ganas de seguir leyéndola han crecido, con curiosidad por descubrir otros pedazos de su vida y por ver si esta escritura directa forma parte de su estilo o solo ha sido un recurso en esta novela.