EISENHORN

Me sorprende a veces que la literatura de entretenimiento, aquella que nace sin mayor pretensión que la de ofrecer al lector horas de evasión y aventura, esté tan mal considerada, ya que no por ello estamos necesariamente ante trabajos de inferior calidad literaria. Dentro de esto, las obras asociadas a franquicias están particularmente infravaloradas, y si bien es verdad que también existe mucha mediocridad, eso no le resta valor a las joyitas que se pueden encontrar sabiendo buscar. Mi primera incursión dentro del universo Warhammer ha sido en líneas generales bastante satisfactoria. Tras investigar cuales son las novelas mejor valoradas, me decanté por Heisenhorn, ya que existe bastante consenso en considerar a su autor como el mejor de esta franquicia, y además, esta trilogía cuenta con el atractivo adicional de que se está trabajando en una futura adaptación en forma de serie televisiva. En general he disfrutado bastante de su lectura, tanto por el carisma y potencial de su protagonista, el inquisidor Heisenhorn, como por la riqueza del universo Warhammer 40000, que toma prestado elementos de las obras de otros autores tan variopintos como Herbert, Tolkien o Lovecraft, para la concepción de un Imperio Galáctico peligroso y hostil, en gerra contra siniestras y poderosas fuerzas alienígenas. Estamos en consecuencia ante una mezcla de influencias y de géneros que tiene como resultado una amena space opera con mucha acción y épica, con tintes de terror y fantasía, y que con la ayuda de la destreza narrativa de Abnett, no chirría ni resulta incoherente en ningún momento. Pocos peros le puedo poner a este libro que me ha mantenido enganchado hasta la última página, pero alguno hay. En trescientascincuenta páginas Abnett es capaz de narrar una historia que otros autores necesitarían mil seiscientas para desarrollar, y eso es algo admirable, pero también tiene sus inconvenientes "esto posiblemente sea debido a limitaciones impuestas por la editorial". Por un lado no permite el desarrollo de los personajes secundarios, interesantes y que cumplen su papel, pero de los que no conocemos sus sentimientos ni punto de vista. Por otro lado me ha dado la impresión de que los finales son algo abruptos, como si el autor se diera cuenta de que no puede extenderse más, acelerando los acontecimientos en su tramo final. Pero lo que menos me ha gustado es lo descuidada que es la edición de Timun mas, con faltas ortográficas y erratas en algunos casos imperdonables. Me sangraron los ojos y se me licuó el cerebro con ese "quilos" con Q de queso. Y no me extiendo mucho más, solo añadir que al lector que desconoce Warhammer 40000 no le asuste este hecho ya que aunque se mencione algún personaje o acontecimiento importante dentro de este universo, la lectura es perfectamente comprensible y disfrutable, y si lo que se busca es entretenimiento sin mayores pretensiones, no defrauda. Lectores melindrosos, abstenerse. Sin duda volveré a explorar el universo Warhammer 40000.