EICHMANN Y EL HOLOCAUSTO

Esta es una edición que consigna partes escogidas de Eichmann en Jerusalén, el libro completo que en la década del '60 vio la luz conteniendo las columnas que produjo Hannah Arendt para la revista The New Yorker a partir de su testimonio presencial del juicio de Eichmann, alto funcionario del partido nazi. A menudo usamos la expresión "adelantado a su tiempo" para hacer alusión a aquellas mentes preclaras que fueron incomprendidas en su época por develar conceptos que el tiempo ha llegado a validar en la actualidad al punto de convertirlos en verdades innegables. Yo siento, al leer a Hannah Arendt, que la lucidez y clarividencia de su pensamiento y a la vez, su enorme capacidad de transmitir con perfecta claridad lo pensado al lenguaje escrito, representan el aquí y el ahora, la palabra exacta en el momento exacto que una vez elaborada no podrá nunca más ser negada. Hannah Arendt quitó el velo de los ojos de víctimas y victimarios, pero fundamentalmente de testigos mudos que vieron, que presenciaron, que pasaron al lado del horror y no se atrevieron a llamarlo por su nombre. Por eso la rebeldía de quienes no se atrevían a continuar leyéndola teniendo después, que levantar la vista del papel. Por eso la validez de sus palabras hoy y la vigencia de su sentencia "ad vitam". Por eso.