La reelaboración dramática de una de las leyendas más célebres de la literatura griega.En ella se encuentran cuestiones que jamás han perdido vigencia en el espíritu humano: la fatalidad, el tabú, la búsqueda de la verdad, la imposibilidad de expiación. Cuando Edipo, «el de los pies hinchados», hijo del rey de Corinto, descubre que hay un secreto en su origen, abandona el hogar y parte en pos de la verdad. El destino, por boca del oráculo de Delfos, le indica cuál será su suerte: matará a su padre y se desposará con su madre. En Tebas hallará a la esfinge y la respuesta a su existencia.ç
EDIPO REY Pueden las personas escapar al destino, a un designio divino? Tebas, asolada por una peste que tiene sufriendo a la población busca la manera de salir del percance y para esto su rey, Edipo, consulta al oráculo de Apolo, como era la costumbre. La solución, matar o castigar al asesino del anterior rey, Layo. Por este camino nos introduce Sofocles en una tragedia magistralmente concebida y tan famosa que dará nombre al trastorno que hoy conocemos como complejo de Edipo.
Me gustó mucho poder sumergirme en la tragedia de Edipo. Poder leer una de las grandes tragedias griegas fue todo un placer.
Obra cumbre que es utilizada por psicoanálistas para destapar problemas entre padres e hijos. Debería ser de lectura obligatoria para adolescentes en adelante. Muy buena historia.
Es un libro que hay que leer al menos una vez en la vida, el lector debe tener la capacidad de contextualizar la historia de Edipo Rey en la vida contemporánea y encontrar en la narración el mensaje y la enseñanza para la vida cotidiana.
Literatura que nos va guiando a una tragedia anunciada, sin embargo Edipo no tomó en cuenta las predicciones las cuales se cumplieron a lo largo de la trama. Texto que nos sumerge en incertidumbre de un destino alarmante y de terror para una persona... Me encantó leerlo!
Aunque ya sabía de qué se trataba la tragedia, nada como leer las hermosas y crueles frases de Sófocles.. bueno espero que la traducción haya sido lo más fiel posible. Me impresionó Edipo con su alta dignidad, pues a pesar de la saña de Apolo, sigue manteniéndose como héroe aceptando su destino trágico y cumpliendo con un cruel deber moral al cegarse y autoexiliarse.
Los mitos griegos resultan ser ineludibles al momento de reflexionar sobre el sentido de la vida. De todos ellos el mito de Edipo es probablemente uno de los más comentados y sufridos a través de las generaciones. Edipo es por definición la personificación de la tragedia: El hombre que pretende escapar de su trágico destino y que al huir de él solo termina siendo juguete de algo más poderoso que la voluntad misma. Un clásico que no debe dejar de leerse.
Este relato debe leerse sin saber nada. Así es más impactante. Es corto y accesible si quieres empezar a leer clásicos griegos. Además, es una muestra importante de su teatro (lo cual es maravilloso) y la idea que tenían en la antigüedad acerca del destino: Inevitable incluso si quieres detenerlo. La historia de Edipo es cruda y cruel. Estando en desgracia sin saberlo, estando en felicidad sin notar sus raíces. Es increíble todas las acciones y verdades que salen a la luz en solo unas cuantas páginas. Definitivamente es el ejemplo perfecto de como eran las historias en aquel tiempo: Con adoración a los dioses y temor a sus designios. En conclusión, es recomendable pero debes tener al menos una vaga idea de la mitología griega y algunos de sus dioses, o de historias anteriores a Edipo Rey si deseas entender más a fondo el desarrollo de los acontecimientos(me refiero a un suceso respecto a Layo).
«(....)El orgullo que engendra al tirano acumula vanamente cosas vanas e inútiles, lo trepa hasta lo más alto de la cima para luego hacerlo caer a un abismo de desgracia, de donde jamás podrá salir de pie...».
CREONTE. —Murieron, excepto uno, que huyó despavorido y sólo una cosa pudo decir con seguridad de lo que vio. EDIPO. —¿Cuál? Porque una sola podría proporcionarnos el conocimiento de muchas, si consiguiéramos un pequeño principio de esperanza
—¡Oh nube de mi oscuridad, que me aíslas, sobrevenida de indecible manera, inflexible e irremediable! ¡Ay, ay de mí de nuevo! ¡Cómo me penetran, al mismo tiempo, los pinchazos de estos aguijones y el recuerdo de mis males!