ECOS DE UN DIOS LEJANO

Tú ¿dejarías que uno de tus seres más queridos muriera devorado por alguna enfermedad mortal del tipo Alzheimer, Parkinson, leucemia entre otras? Esta novela nos plantea lo que a inicios del Siglo XXI aún era una duda; si para salvar la vida de pacientes se podría recurrir a la clonación terapéutica, que demostró ser útil en el tratamiento de enfermedades genéticas, degenerativas y autoinmunes, como el mal de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, el lupus y la fibrosis quística, entre otras. Y en el fondo del debate está la legalización de la clonación terapéutica. Una práctica médica que aún no es legal. Y la trama de esta novela debio de girar sobre lo planteado anteriormente y no sobre la vida y obra del médico, de sus etapas felices, de sus sueños, del amor a  su esposa, hijas y padres, en casi 400 páginas que hablan de él, un desperdicio de tiempo leyendo una historia amena, entretenida y  desgarradora a la vez,  de uno de los protagonista de la historia. Un complemento que no sirvió de nada. Y al meollo del asunto le dedico escasas páginas. La historia nos narra la encrucijada de un médico, profesor universitario y con inquietudes literarias y teatrales que sufre de leucemia. Quien  constata que Paloma la actriz principal de la obra "Yerma" de sólo veinte años padece de Parkinson, enfermedad progresiva, incurable, larga, que terminará por destrozarle los músculos, haciendo de ella un montón de carne rígida, estática, sobre una silla de ruedas y que sólo podrá salvarla la clonación. Ella era una persona insaciable, no sujeta al desánimo y con las ganas locas de vivir. Busca encontrar la cura a su terrible mal, hasta que preguntó por la clonación terapéutica que en esos momentos se encontraba en fase experimental con animales. Mientras él sentía que el mundo se le venía encima, que no sería capaz de soportar el tratamiento contra la leucemia que, en su cabeza había rechazado y que su alma nunca aceptó. Se le vino el mundo encima.Y desde ese momento muchas cosas cambiaron en él.