Una obra maestra de Salman Rushdie. Un cuento moderno sobre los grandes conflictos de la humanidad y un testimonio atemporal del poder de las historias.
Apocalipsis fantástico. Epopeya moderna que nos hace convivir con los seres mágicos de Las 1001 noches, y nos devuelve a sus paisajes de Arabia. Gracias a los genios y las hadas siempre nos quedará Bagdad.
Salman Rushdie, su manera tan puramente “ endemoniada “ de escribir, no se solía dejar nada en el tintero, así sucede en “ los versos satánicos, el suelo bajo sus pies, el último suspiro del moro, En esta novela, trayendo al futuro las mil y una noches.. Así como las desmenuza en números, lo hace en los múltiples relatos, entrelazados, o debo decir engarzados , que conforman esta obra, Difícil reseñarla concretamente, es una especie de mandala, entretejida, donde cada una de las historias interconecta de manera directa o indirecta, con el resto, Partiendo del núcleo que conforman Dunia e Ibn Rushid, Cuentos de hoy, de ayer, de siempre, contados a la manera seriamente - satírica de Rushdie, Todos vivimos de las historias, las historias viven gracias a nosotros, y en este caso gracias a Rushdie, nos enlazamos, lectores, historias y personajes, con temas tan actuales y bien manejados, que no parecen ser el centro de la narración, y sin embargo tan vigentes y vivos.
Alucinante alegoría de la búsqueda a través de la espesa jungla de las mitologías. Una consideración casi épica del origen, el destino, el bien yel mal...
De nueva cuenta Rushdie hace alarde de su magnífica manera de escribir , describir e interpratr el mundo contemporáneo haciendo gala del realismo mágico que nos es tan cercano a los latinoamericanos. Una obra que hay que ir degustando poco a poco como todo lo escrito por Rushdie
El hombre y la mujer inventaron a un Dios que al instante escapó a su comprensión y se volvió más poderoso que sus creadores, y también más malévolo
Nos parece evidente que el uso de la religión para justificar la represión, el horror, la tiranía y hasta la barbarie, que ciertamente supuso un aspecto importante de este conflicto, condujo finalmente a qué la especie humana perdiera toda ilusión de la fe.
Si cero es el punto de cordura en el que dos más dos siempre es igual a cuatro, y uno es ese lugar jodido en el que dos y dos pueden sumar cualquier mierda que tú quieres que sume.
Se quedó con su apellido, se volvió vegetariana y lo mandó a tomar viento fresco.
Convencida de la absurdidad de la vida humana, y de que felicidad y libertad eran incompatibles, se sumió todavía en plena flor de la vida en una existencia de soledad y pesadumbre, enclaustrada en la abstracción y vestida con ropa ajustada de encaje blanco.