Doña Berta, mujer soltera, vive aislada del mundo en su palacete norteño, en medio de esa rutina, aparece un famoso pintor que le hace recordar su oscuro pasado: un hijo bastardo y un amor que nunca volvió a cumplir su promesa de matrimonio. El hombre del cuadro, el hijo, la renuncia, y un viaje a Madrid, conforman esta deliciosa lectura.