Congregadas bajo el denominador común del género cómico, las farsas y comedias de Molière fueron un instrumento de crítica al mundo de su época. Irónico, mordaz, el dramaturgo y actor francés condena a Don Juan los vicios del cinismo y la hipocresía, creando un personaje inolvidable que ha sido interpretado por los más destacados actores de la historia del teatro.
Hermosa representación de la Justicia Divina recayendo sobre la impiadosa vida del cortesano del siglo XVII francés. En aquella época debe haber sido una obra muy incómoda, y creo necesario leerla con ojos contextualizados. Al mismo tiempo se visualiza muy bien las ideas modernas en auge: la exploración de otras tierras, el interes por el humano anatómica y espiritualmente hablando, el "proto-Capitalismo" creciente e incluso la ropa que usaban aldeanos y gente de clase alta en aquellos años. Fácil de leer, corto y entretenido. Recomendable