DIVORCIO EN BUDA

Leer a Sandor Marai es dejarte llevar por un festival de emociones y de descripciones profundas. Gran conocedor de los entresijos del alma , no escatima en mostrarnos todas las manifestaciones de la soledad y de los tormentos del hombre ,evidenciando el pensamiento interior de sus personajes y creando así una comunión estrecha entre el lector y los personajes. En Divorcio en Buda, Kristof recibe el expediente del matrimonio Greiner que pretende divorciarse. Casualmente, Kristof conoció a esta pareja hace mucho tiempo en distintos momentos de su vida. Este inicio, que en principio no llama nuestra atención, es el punto de arranque de un relato emocionante que va creciendo en intensidad a medida que avanzamos en la lectura. La novela se desarrolla fundamentalmente a partir de largos monólogos de los personajes principales que nos dan a conocer su pasado y sus hitos biográficos, recurso utilizado por el autor en otras obras. Marai nos muestra el temperamento de dos hombres de orígenes sociales diferentes y que han vivido de manera distinta hasta la edad adulta. Lejos de contarnos una historia sin más, nos presenta un retrato riguroso de los personajes siendo difícil no tomar partido en la historia que nos relata: la eterna lucha entre la razón, el sentido del deber, la reflexión, el control de las emociones, la objetividad frente a la la pasión, el dejarse llevar por los sentimientos. Me gustó mucho esta dualidad en los caracteres de los protagonista que manifiestan hasta el final. Las descripciones son soberbias y el ritmo quizá un poco lento en algunos momentos pero siendo una novela poco extensa, tampoco aburre. Me conmovió el pasado de los personajes y sólo teniendo en cuenta las circunstancias y situaciones que tuvieron que vivir logras comprender su comportamiento y decisiones más importantes, evitando juzgarlos a la ligera. Es la segunda novela que leo de Marai y, desde luego, habrá una tercera.

Debo admitir que no tenía muy claro como enfocar esta reseña debido a la gran reputación que tiene el libro. Por un lado, entiendo perfectamente qué es lo que ha cautivado tanto a tantísimos lectores. El libro está muy bien escrito y la capacidad de Sandor pera crear unos personajes extremadamente humanos es maravillosa. El escritor ha sabido llegar a la esencia de los entresijos que posee la personalidad humana y ha conseguido plasmarlos en la novela de manera muy natural. Por otro lado, y es por la que me han entrado grandes dudas, también me ha parecido un libro demasiado lento y con pocos sobresaltos y yo soy una chica más de acción literaria por eso creo que es una de las razones de más peso por las que Divorcio en Buda y yo no hemos terminado de encajar. El libro es un monólogo constante que abarca capítulos y más capítulos y masticando continuamente lo mismo. La novela comienza con la llegada de un expediente de divorcio a Kristof, el abogado encargado del caso. El divorcio está protagonizado por el Dr. Greiner que es un antiguo compañero de clase de Kristof y por Anna un amor del pasado. Esta situación dara lugar a cavilaciones y pensamientos de la vida del pasado y actual de Kristof que abarcarán la primera mitad del libro. La segunda mitad vendrá de la mano del Dr. Greiner que se verá en la tesitura que tener que acudir a casa de Kristof a altas horas de la noche para explicarle todas las redundancias al rededor de las situaciones de su vida y de la de Anna que les han conducido al punto en el que su matrimonio se encuentra.

En “Divorcio en Buda” (1935. Título original “Válás Budán”) Sándor Márai cuenta la historia de un juez de familia del país Magiar ubicado temporalmente entre el fin de la Primera Guerra Mundial y antes del comienzo de la segunda, que debe resolver un caso de divorcio entre un ex compañero de colegio y su esposa a quien conocía de su juventud. Casi la totalidad del libro transcurre en la descripción de estos tres personajes, sus historias personales, sus fobias, sus pasiones, en fin, toda una serie de acontecimientos que permiten empatizar con los personajes y comprender la razón de sus actos. Es sorprendente cómo se puede leer en voz alta el pensamiento de una persona, Márai ha hecho de esto un arte. El problema es que con la misma intensidad describe el pasado de los personajes y en esta historia creo quizás el autor se excede un poco con este recurso. El juez, Kristóf Kömives aún joven pero con costumbres de viejo, es la personificación del deber ser. Hijo y nieto de grandes magistrados, mo recibió afecto en su infancia y no descansa en su portación de apellido sino que se esfuerza por mejorar cada día. Por pertenecer al rubro, debo admitir que me impresionó la precisión de la descripción del pensamiento de un juez, quizás para mi lo mejor de la obra. Por el otro lado su ex compañero, el Dr. Greiner a punto de divorciarse con una historia de vida desgarradora y su mujer, Anna Fazekas cuya avidez por lo material era comparable con la de Madame Bovary. La narración se activa cuando la noche anterior a la audiencia del divorcio el marido llega a la casa del juez para informarle de la muerte de su todavía esposa. Allí comienza la verdadera historia. .... Plus del libro, hay mucha reflexión filosófica y jurídica sobre la naturaleza civil y religiosa de la disolución del vínculo matrimonial y sus consecuencias. En muchos pasajes me recordó al estilo narrativo de Zweig aunque no lució la historia con la maestría del austriaco. En síntesis, fue mi primer libro de Márai, me gustó, volveré por estos caminos en breve y caso cerrado.

#mislecturas2022 #amoleer Divorcio en Buda. Sandor Marai Sandor es un otro de mis autores fetiche. Esta novela, a pesar de ser corta, es sumamente densa. Leída con cierta edad tiene mucho sentido, en la juventud muchas cosas no de saben y otras muchas no se entienden. Leyéndola he repasado muchas cosas que daba por sabidas...como la vida te va moldeando con las vivencias tenidas...cómo crees que eres y como te das cuenta que así eras hace tiempo. Marai es un experto manejando personajes y mediante un monólogo llevarnos al mismo interior de la persona. Unos apuntes sobre la justicia...otros sobre la modernidad y como se va cambiando el mundo que conocemos......todo eso lo pensamos también ahora casi un siglo después. Y la pregunta básica....que es el amor ? Yo creo que eso nos lo hemos planteado todos en algún momento de nuestras vidas y Sandor nos lo explica muy concienzudamente. Lo errores cometidos en cuestión del amor se pagan de una manera u otra. El último expediente llegado a la mesa de trabajo de Kristóf Kömives, juez en la Budapest de entreguerras, es el divorcio de los Greiner. El juez conoce a los dos implicados y eso genera una serie de recuerdos que junto a su insatisfacción personal, cosa que él ni se lo ha planteado, le hace estar incómodo y tener molestias físicas Esa noche, el señor Greiner se presenta en su casa con la noticia de la muerte de su mujer, y comienza un monólogo que los remueve a los dos....y a mí también. Greiner, al narrar la historia de su matrimonio nos muestra las grandes diferencias que hay entre los dos antiguos compañeros....por un lado, el burgués que renunció a la emoción de lo desconocido para perpetuar los sólidos valores de una clase social asentada y satisfecha de sí misma, y por otro, el joven advenedizo que por conquistar una mujer que le estaba vedada se entregó a una existencia erigida sobre la impostura y encorsetada en unos cánones ajenos a su persona. Dejó de ser él....dejaron de ser ellos. Se equivocaron. Hay que leer esta corta novela. He leído ya muchas obras de Sandor Marai y, de momento, la mejor para mí es El último encuentro.