Scott Adams vuelve al ataque con su hilarante forma de tratar el trabajo y el día a día. Ya sea caricaturizando a ejecutivos incompetentes, jefes traicioneros o corredores de bolsa poco honrados; ya sea revelando las técnicas sin escrúpulos de esposas manipuladoras, de contratistas de reparaciones del hogar fáciles de sobornar o de políticos todo menos dignos de crédito, Scott Adams , jamás ha sido tan ocurrente ni ha metido tanto el dedo en la llaga.