Una mirada reveladora y valiente a las relaciones humanas en el mundo de hoy. Nueve mujeres, muy distintas entre sí y que nunca se han visto antes, comparten sus historias. Natasha, su terapeuta, ha decidido reunirlas en la convicción de que las heridas empiezan a sanar cuando se rompen las cadenas del silencio.No importa el origen ni la extracción social, la edad o la profesión: todas acarrean sobre sus hombros el peso del miedo, la soledad, el deseo, las inseguridades. A veces ante un pasado que no pueden dejar atrás; otras, ante un presente que no se parece a lo que habrían deseado, o un futuro que las asusta. Madres, hijas, esposas, viudas, amantes: guiadas por Natasha, las protagonistas aceptan el desafío de comprender y reinventar sus vidas.
Me he desprendido de mis distintas posesiones, desde los muebles y la ropa hasta el marido.
Hoy digo primero muerta que usar pañales, pero cuando suceda estaré dispuesta y seguiré queriendo estar viva.
En los días en que amanezco poco caritativa, veo a mi marido como a un caníbal. Se alimenta de mi vitalidad, como un vampiro.
Y además, fue en esa época que comprendí que la vida me había dado un regalo enorme: había sido amada. Y había amado a mi vez.
Los hombres no son más que un objeto simbólico y, créanme, se puede vivir sin tal emblema.