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Sinopsis de DIARIO DEL AÑO DE LA PESTE

Esta obra, escrita en 1722, recorre la vida de una de las principales ciudades de Europa, Londres, en uno de los momentos más terroríficos de su historia: la peste bubónica que cayó sobre la ciudad en 1666 y que causó la muerte a unas cien mil personas. En el libro, escrito por Daniel Defoe basándose en documentos históricos y en sus propias vivencias de niño, asistimos a un escenario aterrador: una tierra desolada, baldía, abatida por el hambre y el temor al contagio. El autor aporta numerosísimos datos, recuentos y estadísticas oficiales que dan una dimensión de la tragedia que sacudió a la capital del Reino Unido, lo que sitúa esta obra a mitad de camino entre la novela y la crónica periodística.

9 reseñas sobre el libro DIARIO DEL AÑO DE LA PESTE

2020 se suponía que la pandemia del covid nos cambiaría como personas, "dizque" nos haría mejores personas. Pero eso no pasó y durante la pandemia vimos cosas difíciles y tristes igual que sucedió en 1666 con la peste bubolica y conclusión vivimos las mismas condiciones y circunstancias aunque en diferentes épocas con confinamientos, boletines diarios de las personas infectadas y los muertos, solo una persona podía salir de casa a comprar comidas, el carruaje que recogía los muertos en casa (en mi caso ví como una ambulancia se llevó a mi padre enfermo y tres meses después tuvimos que recoger las cenizas), el desespero de las personas en busca de Dios, los mismos charlatanes con remedios que curan, los anunciadores del fin del mundo gritando ARREPIENTACEN!!! mujeres embarazadas con el miedo de infectar a sus bebés, los que tienen los medios económicos para una mejor atención médica, ladrones, e invasores de propiedades privadas. Al final solo esperar morir o salir como sobrevivientes pero muy poco cambiamos en nuestro ser.


Cruda, exhaustiva, interesante no sólo desde el punto de vista literario, sino también histórico, por sus prolijas y detalladas desripciones; uno se da cuenta de que tras epidemias e incendios poco queda del Londres antiguo anterior al s. XVIII. Recomendable.


Interesante como relato del momento histórico de la gran epidemia de peste bubónica en Londres y los hechos de la cotidianidad que se vivieron en esos momentos; sin embargo la narración me pareció fría, como si a pesar de estar contada por un personaje que está viviendo lo referido se contara desde fuera. Rescato el relato como un reflejo de la condición humana ante catástrofes extremas, pero me ha sido difícil de leer porque redunda constantemente en ciertas circunstancias y no parece llegar a ahondar en otras


He leido este libro un poco por lo del COVID 19 y he notado que la gente nos seguimos comportando más bien igual. Somos capaces de las actuaciones podriamos llamar más heroicas, pero también de los comportamientos más mezquinos. Esto me lleva a la conclusión de que hemos avanzado mucho desde el punto de vista de la Técnica, pero desde el punto de vista de comportamiento social no hemos avanzado mucho. Excelente narración de la epidemia de peste que asoló Londres en la segunda mitad del siglo XVII. Para mi uno de los mejores libros de la literatura inglesa.


El “diario del año de la peste” de Daniel Defoe era un libro que, una vez divise que existía, tenía muchas ganas de leer por el tema central que desarrolla, toda vez que quería extraer similitudes y diferencias que existen entre la peste vivida en Londres en los años mil seiscientos y lo que sucede ahora en el mundo. Quería constatar cuál era la forma de actuar de los seres humanos al verse enfrentados ante tan oscuro panorama, máxime, en esa época, en donde no se lograba obtener el verdadero alcance de las cosas que sucedían. Es por ello que debo decir, el libro, una vez comprado, desplazó en el orden de lectura a otros libros que iba a leer. Mi primera impresión es que era un texto monótono, toda vez que la argumentación daba vueltas sobre una misma temática, con la repetida advertencia del autor que el tema sería tratado con mayor detenimiento más adelante. Es claro y así debe ser, que se trata de un diario, en donde el autor narra sucesos que supuestamente vivió, es decir, historias que vivió personalmente o que le contaron. Por ello, considero, esa forma de la narrativa pudo ser la causa de la monotonía del libro. De la misma manera, se tiene que no se desarrolla dentro de la historia ningún personaje en particular, salvo, claro está, la persona que escribe el diario, sobre la cual realmente no poseemos muchos datos. Creo que esa circunstancia le resta un poco de aprehensión para el lector. No hace que el texto sea apetecible, pues el único centro de atención viene siendo la forma en la cual se desarrolla una enfermedad respecto de la generalidad del conglomerado. Creo que el desarrollo de personajes le imprime, para el lector, la necesidad humana de la expresión de los sentimientos. Es distinto decir que se cayó y falleció una señora a que se cayó y falleció la tía de Juan Carlos, el vecino querido que dependía para su subsistencia de la tía. Por lo demás, me encantó ratificar la idea que siempre me ha rondado respecto de la naturaleza del ser humano. Ver que los seres siguen siendo los mismos a pesar de tener que pasar por tantas adversidades. Me gustó constatar qué hay personas capaces de lo mejor, pero que, por el contrario, otros tantos que resaltan la maldad del ser. Dicen qué hay que conocer la historia para no repetirla, pero no somos aptos para ello pues, a pesar de conocerla, cometemos siempre los mismos errores; dejamos aflorar siempre nuestros mayores defectos; socavamos de nuestro interior nuestro egoísmo; y, por ello, sufrimos por los mismos impases que ya han sufrido nuestros antepasados.


Resulta ser un buen relato que para la situación que vivimos actualmente nos llama la atención Personalmente llegué a este libro a raíz de la crisis sanitaria a nivel global que estamos viviendo, en muchas de las partes del texto se puede visualizar la misma actitud por parte de las personas en la actualidad; desinterés, desconocimiento, supersticiones, individualismo y el no acatamiento de las normas para evitar más contagios. Obviamente que el autor parece que al final nos quiere dejar un mensaje religioso pero eso parte de su forma de ver las cosas, del contexto en el que vivió. Una lectura en un principio que te atrae pero después se va tornando un poco aburrida a mi forma de ver.


Es una obra ficcional que narra un suceso histórico y devastador acaecido en la Inglaterra del siglo XVII: la epidemia de la peste bubónica. Más que vivencias personales, el narrador relata distintas situaciones y experiencias de la gente que vivía por allí. Así pues, vemos las diferentes reacciones de las personas cuando son sometidas a una situación tan extrema: abandono de familiares enfermos, suicidios, sobornos a los guardias, agresiones físicas, robos. Sin embargo, a pesar de ser un relato bastante cautivador por toda esa atmósfera de degradación que, de alguna manera, nos interpela, por momentos la narración se hace repetitiva, exponiendo situaciones ya contadas. Tranquilamente podría ser una obra escrita en muchas menos hojas, lo que beneficiaría por mucho su lectura volviéndola más ágil.


Acoj*nante, no solo por la descripción (muy gráfica, en varias ocasiones) de lo que suponía vivir en un mundo devorado por una de las plagas más terroríficas de la historia, sino porque estableciendo comparaciones con la era actual, las diferencias entre una pandemia y otra las puedes contar con los dedos de una sola mano: miradas de suspicacia hacia el que estornudaba, buscar explicaciones de lo que estaba pasando en la astrología y las profecías (sustituidas en nuestra época por las teorías de la conspiración), histeria colectiva, confinamientos, gente que huía de las ciudades en cuanto podía, defensores de la medicina alternativa frente a la oficial para curar la peste, pánico a acercarse a los cadáveres (las primeras víctimas del COVID fueron cremadas ipso facto, sin tener una ceremonia siquiera), y la lista de comparaciones sigue ascendiendo. Me enganché además al estilo de narración, contado siempre en primera persona y aportando una serie de anécdotas y vivencias que le dan un punto más de realismo. Seguramente, Defoe se basó en primer lugar en las historias que había oído de aquellos que vivieron la epidemia siendo ya adultos (el autor aún era niño cuando tuvo lugar la plaga de Londres), pero eso no le quita una pizca de veracidad. Lectura muy recomendable para todos aquellos que quieran comprobar que la humanidad no ha cambiado tanto a la hora de enfrentarse a amenazas biológicas.


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DANIEL DEFOE

Calificación General: 7,7Por leer

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FRASES DEL LIBRO DIARIO DEL AÑO DE LA PESTE

se habían celebrado varias reuniones para estudiar los medios de evitar la reaparición de la enfermedad; pero todo se mantuvo muy secreto. Fue así que el rumor se desvaneció y la gente empezó a olvidarlo, como se olvida una cosa que nos incumbe muy poco y cuya falsedad esperamos


Publicado porEdd62

Fue así que el rumor se desvaneció y la gente empezó a olvidarlo, como se olvida una cosa que nos incumbe muy poco, y cuya falsedad esperamos.


Publicado porNines65

Mi amigo el doctor Heath decía -y la experiencia lo probaba- que la enfermedad seguía siendo tan contagiosa como antes y que el número de casos era el mismo; lo único que afirmaba es que causaba menos muertos.


Publicado porNines65

Y añadió que empezaba a tener esperanzas, e incluso más que esperanzas: la crisis de la infección había pasado y ésta, señaló, se iba. Y las cosas ocurrieron así. El registro de la semana siguiente, la última de septiembre, indicó una disminución de dos mil, por lo menos.


Publicado porNines65

“En verdad, no debe uno sorprenderse ante estos hechos; el peligro de una muerte inmediata desterraba todo sentimiento de amor, toda inquietud por el bien de los demás”


Publicado porAlejoCeron

“Otros lo achacaban a la corrupción de la naturaleza humana, que no puede tolerar verse a sí misma en una situación más desgraciada que la de otros seres de su misma especie, y abriga una especie de deseo inconsciente de que todos los hombres sean tan infelices (…)”


Publicado porAlejoCeron