Con su reputación literaria plenamente asegurada gracias a Crimen y castigo y Los demonios, Fiódor M. Dostoievski volcó en el periodismo, entre 1873 y 1881, su prodigiosa capacidad de análisis psicológico y su extraordinario talento para la controversia. En esta selección del Diario hay dos temas obsesivos: el maltrato de los niños en la familia y las causas de los suicidios.
El castigo no agobia, sino que alivia. La purificación personal a través del sufrimiento es menos penosa.
Tengo mi propia opinión sobre lo real. Lo que la mayoría llama fantástico e imposible a menudo es real para mí en su sentido concreto y más profundo (la verdadera realidad).