DIARIO DE LA ARGENTINA

Asís pasó de ser un escritor prometedor a ser el escritor argentino más vendido en el país durante la última dictadura. También residió en la Argentina durante ese tiempo, a pesar de haber estado en la lista de los artistas que se encontraban en la mira de la triple A. Que esto fuese posible se debe en parte a su trabajo en "Clarín", diario que no es llamado por su nombre en ninguna parte de la novela. Luego de publicar el libro se garantizó no conseguir trabajo en ningún medio de la empresa ni de ninguna empresa afín al mismo. Así como con la vuelta de la democracia y el regreso de los exiliados no consiguió trabajo en ningún medio gubernamental y fue virtualmente prohibido en casi todos los círculos culturales, algo que retrata en "Cuaderno del acostado". Mucho antes que desde el Kirchnerismo se señalará al multimedio como un conglomerado de poder con la intención de tener mayor influencia sobre el rumbo del país que los propios gobiernos, Asís acertó a hacer una radiografía del funcionamiento del diario a través de la descripción de quienes lo componen. Un grupo de inmorales cuya relación con la verdad es al menos escasa. El diario es un espacio en venta para quien quiera publicitarse, a cambio de dinero por supuesto. Los periodistas tienen un carácter poco más maduro que un niño, dueños de grandes rencores y caprichos insufribles. En el fondo, el diario como un espacio de poder y de recelos, de información y verdad poco y nada.