Esa mañana de sábado, Helena había decidido ir a jugar al río con su muñeca. Una vez allí descubrió una intensa actividad. –¿Eres nueva? –le pregunta un ratoncito a Helena que no comprende nada. Enseguida lo entiende todo. ¡Es día de colada! La ranita, el castor y el apache llegan con su tabla de lavar y su jabón. Helena mira su camiseta. ¡Está muy sucia!