Sinopsis de DESHORAS

Juegos de palabras que no son juegos, espejos que mienten y dicen la verdad al mismo tiempo, pesadillas del fascismo, personajes habitados, simetrías, simulacros dobles de amor y de muerte: todo el mundo complejo, cruel, fascinante de Cortázar, cartografía de lo cotidiano y lo insólito en estos que fueron sus últimos cuentos.

4 reseñas sobre el libro DESHORAS

En "Deshoras" es evidente la madurez de Cortázar. Es un libro donde sus relatos hacen referencias constantes a cuentos anteriores, por lo que claramente no recomiendo empezar con él. Es una suerte de una obra bisagra, a mi parecer cierra el estilo que venía manejando hasta el momento con cuentos volcados hacia el "todo público" y a partir de las siguientes, ya toma postura de una escritura mucho más rupturista. En esta obra, no deja sus lugares comunes, que a mi gusto le sientan perfectamente: El subrrealismo, lo fantástico, el deseo reprimido, el amor prohibido e idealizado, y sin tampoco dejarle un lugarcito a su nostalgia a Buenos Aires con el tango y la milonga... Tropezamos constantemente con huellas de cuentos anteriores, por ejemplo: "Botella al mar" continuación directa del cuento "Queremos tanto a Glenda", "Pesadillas" un relato inquietante con el mismo condimento fantástico que "La noche boca arriba" (qué se sueña y qué es real?), "Deshoras" (que por primera vez mi preferido coincide con el que le da nombre al libro) con una relación directa a "La señorita Cora" (hasta el momento mi preferido entre los preferidos) Ese erotismo sutil que sólo Cortázar puede hacer tan delicado, jugar con el encuentro de almas gemelas puestas en el mundo en edades, cuerpos y realidades incompatibles...Y el último relato "Diario para un cuento" que simplemente me enloqueció por su talento al jugar con el género epistolar dentro del cuento, con una temática muy similar a "El otro cielo" y referencias constantes a su admiración hacia Bioy Casares: "Desde luego en ninguna de las tres ocasiones hablamos de Anabel, pero no es por eso que ahora quisiera ser Bioy sino porque me gustaría tanto poder escribir sobre Anabel como lo hubiera hecho él si la hubiera conocido y si hubiera escrito un cuento sobre ella". El talento de este hombre me hace alucinar....🎈✨


Este libro que leí a fines del 2018, es el último libro de cuentos publicados por Julio Cortazar. Son 8 cuentos sobre el amor desde puntos de vista distintos.: Botella al mar, Fin de etapa, Segundo viaje, Satarsa, La escuela de noche, Deshoras, Pesadillas y Diario para un cuento. De ellos se grabaron en mi memoria Satarna que trae la pesadilla de las ratas, La escuela de noche donde se devela sociedades secretas y Deshoras, la oda a la nostalgia por el amor adolescente, Cortazar dijo de esta compilación lo siguiente: "Yendo al título de "Deshoras", siempre que reúno siete, ocho o nueve cuentos para un volumen, se me plantea el problema del título; me gusta, siempre que puedo, que el título de alguno de los cuentos que están en el libro sirva para la totalidad. A veces se puede y a veces no. Porque ese título tiene que resumir la atmósfera general del libro, y en este caso creo que Deshoras es con esa noción que tiene la palabra, que yo la uso un poco insólitamente en plural, porque en general se dice “llegar a deshora”, por ejemplo. Y yo la separo de la frase hecha, y la pongo en plural porque me parece que los ocho cuentos del libro, de alguna manera, todos son “encuentros a deshora”, hay pasos así en que el destino se juega un poco, porque hay un desajuste entre la realidad y los personajes.


Este es el último volumen de cuentos que Cortázar publico en 1983 y que tiene ocho relatos de diverso peso, calado y profundidad. Botella al mar: es una relato/carta abierta a Glenda Jackson que hace referencia al cuento Queremos tanto a Glenda. Cortázar se dirige de manera clara a la actriz haciéndole saber que había escrito un cuento basado en ella y la admiración, y amor, que sentía por la actriz. Cortázar aduce que el motivo de esta "carta abierta" se dio porque acababa de ver un pésimo film titulado Hopscotch (Rayuela en español) que Glenda Jackson protagonizó en 1980 al lado de Walter Matthau, entonces, la coincidencia Rayuela - Glenda lo obligaron a escribirla. Fin de etapa: Diana en un viaje por carretera detiene su auto en un pueblo de tantos, come algo en un restaurante y se va a dar una mirada al pueblo donde encuentra un extraño museo pictórico. La última habitación del museo tiene una pintura que es realidad y ficción a la vez. Segundo viaje: un narrador innominado cuenta la historia del boxeador Ciclón Molina, muy querido y reputado en Argentina: un boxeador que soportaba recibir castigo, pero que el final noqueaba a sus adversarios. Su última pelea lo lleva a la lona, de ahí a la muerte. La narración de la última pelea de Ciclón es magistral: el lector siente como cae cada golpe y como se quiebran los cuerpos con cada finta. Satarsa: en Calagasta hay ratas gigantes que se comercializan a los laboratorios para experimentos y un grupo de amigos se van de caza. La escena de caza y el acarreo de las ratas es asqueroso, Cortázar le restriega en la cara al lector: "la carreta se desvía y las ruedas se enredan en piedras y malezas, atrás las ratas chillan y se destrozan, de las jaulas viene ya el olor a sebo, a mierda líquida, los caballos lo huelen y relinchan defendiéndose del bocado, queriendo zafarse y escapar..." El final del cuento es trágico para los cazadores. Durante la narración, Cortázar ofrece una de sus exquisiteces estilísticas: "Adán y raza, azar y nada"; "como ahora lo de atar a la rata, otra palíndroma pedestre y pegajoso". La escuela de noche: Toto narra como él y su amigo Nito se meten, en la madrugada y escalando un muro, en la escuela normal donde estudiaban para ser maestros en la década de 1930, saltando un muro en la noche (Cortázar estudió en esa escuela y fue maestro en provincias de la Argentina). Al entrar encuentran un mundo paralelo: los alumnos travestidos, al igual que el director, bailando y bebiendo licor, y Toto sometido a una máquina manipulada por la única maestra mujer de la escuela normal que le saca una muestra de semen para un experimento que no se logra conocer. Relato fantástico narrado con mano maestra y que no suelta al lector. Deshoras: Aníbal es amigo de Doro en Banfield (cuidad donde creció Cortázar), y Doro tiene una hermana de nombre Sara, de la cual Aníbal se enamora. Aníbal y Doro juegan, se divierten, pero además, Aníbal sueña con Sara. Los tres maduran: Doro se dedica a ser maestro, Aníbal ingeniero y Sara esposa y madre. Aníbal, a pesar de tener su propia familia, sigue atado a su niñez y no logra olvidar sus amores infantiles. Tierno relato acerca de la niñez perdida e intentada retener a pesar del destino y la fatalidad. Pesadillas: relato onírico que se sitúa en el borde la fantasía y la realidad. Mecha está inconsciente, ¿o dormida?, lo que sucede a su alrededor, ¿es la realidad o la pesadilla? ¿Son ciertas los tratamientos, los médicos, los policías que al final del relato irrumpen en la habitación de Mecha tirando la puerta abajo en medio de ráfagas de metralletas? Diario para un cuento: "(No me acuerdo, cómo podría acordarme de ese diálogo. Pero fue así, lo escribo escuchándolo, o lo invento copiándolo, o lo copio inventándolo. Preguntarse de paso si no será eso la literatura)." Cortázar relata en forma de diario sus aventuras y desventuras como escribidor y traductor de cartas que varias prostitutas le encargaban y llevaban recibidas o escritas por marineros estadounidenses. Rememora especialmente a Anabel con la que pudo tener sexo. La acción transcurre en la década de 1950 en la Argentina y Cortázar exprime el cerebro e inventa mucho sobre sus aventuras de traductor.


La penumbra es en anuncio, es la lumbre, la oscuridad y la luz. Raíz de una vida última y mejor: única. Hedwing Un escritor no es un consejero, ni un sabio, a lo más es alguien que no tiene ni mera idea de nada, por ello escribe. Para explicarse a sí mismo, antes que a los demás, qué es eso de la realidad. Y, aún así, no logra aquilatar si en el fondo todo está bien claro y bien dicho. Julio Cortázar fue un escritor preocupado por un estilo pulido y fino. Cada una de sus obras merecía el cuidado necesario antes de llegar a la imprenta. No es un autor al que deba leérsele con desconfianza. Seguro se encontrará en él una fuente que interpele al lector a la reflexión y al asombro, a la duda crítica y al deleite. Desde sus obras primeras se enfocó en el rigor necesario por el estilo. En 1982, a los 68 de edad, fueron publicados ocho cuentos bajo el titulo Deshoras. Componen el libro: Botella al mar, Fin de etapa, Segundo Viaje, Satarsa, La escuela de noche, Deshoras, Pesadillas y Diario para un cuento. Es un recorrido por senderos que se entreveran entre la cotidianidad y la ficción, el futuro y pasado remotos. La memoria, el presente y el porvenir tejen una urdimbre acantilada. “Obedece para mandar, y manda para obedecer” dice en la “Escuela de noche”. Un cuento que se mueve entre la inocencia y la perversión, rayando en lo ignominioso y las fantasías cruentas de sus personajes. El amor, la soledad, el miedo, la libertad y la muerte aparecen como pinceladas determinantes, junto a la rabia y la denuncia social. Existe la duda como principio creador en la edificación de realidades concatenadas desde la autobiografía hacia la ficción. En los cuentos no hay puntos ciegos. “Creo que si las cosas ocurren así, de nada serviría intentar un contacto directo; creo que la única posibilidad de decirle esto es dirigiéndolo una vez más a quienes van a leerlo como literatura, un relato dentro de otro, una coda a algo que parecía destinado a terminar con ese perfecto cierre definitivo que para mí deben tener los buenos relatos”. (Botella al mar, pp. 16 -17). “Porque lo peor era buscar algo razonable en eso que desde el principio había tenido algo de delirio, de repetición idiota, y a la vez de sentir como una náusea que sólo su cumplimiento total le hubiera devuelto una conformidad razonable, hubiera alineado son otras simetrías, con las otras etapas”. (Fin de etapa, p. 35). “— Pagar — dice Yarará—. A eso habremos llegado, tener que cambiar ratas por la libertad.—Pero son ellos que cambian libertad por ratas —dice Lozano”. (Satarsa, p. 66). “Monótonamente, casi sílaba a sílaba, el cuadro enunció: —Del orden emana la fuerza, y de la fuerza el orden.—¡Colorario! —mando Iriarte.—Obedece para mandar, y manda para obedecer —recitó el cuadro”. (La escuela de noche, pp. 97-98). “Del anochecer a la noche cerrada, por caminos de palabras que iban y venían, de manos que se encontraban un instante sobre el mantel de antes de una risa y otros cigarrillos, quedaría un viaje en taxi, algún lugar que ella o él conocían, una habitación, todo como fundido en una sola imagen instantánea resolviéndose en una blancura de sábanas y la casi inmediata, furiosa convulsión de los cuerpos en un interminable encuentro, (…)”. (Deshoras, pp. 120-121). “Ahora que lo pienso, cuánta razón tiene Derrida cuando dice, cuando me dice: No (me) queda casi nada: ni la cosa, ni su existencia, ni la mía, ni el puro objeto ni el puro sujeto, ningún interés de ninguna naturaleza por nada”. (Diario para un cuento, p. 173). Fuente: Cortázar, Julio. (1995). Deshoras. México: Afaguara.


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FRASES DEL LIBRO DESHORAS

La fuga era una sucia manera de aceptar lo inaceptable, de infringir demasiado tarde la única vida imaginable, la pálida aquiescencia cotidiana a la salida del sol o a las noticias de la radio


Publicado porAxel M.

Y en esos meses se me dio el juego de venirme a Europa por un tiempo y al final me fui quedando, me fui aquerenciando hasta ahora, hasta el pelo canoso, esta diabetes que me acorrala en el departamento, estos recuerdos"


Publicado porCeci Damiani ✨

La fuga era una sucia manera de aceptar lo inaceptable, de infringir demasiado tarde la única vida imaginable"


Publicado porCeci Damiani ✨

Abrazado a la almohada se sentía tan solo, ya vacío de Sara, era como una manera de congoja y de delicia porque nadie podía saber de su amor, ni siquiera ella"


Publicado porCeci Damiani ✨

Un día la vio nitidamente salir de un sueño y le dolió con un dolor amargo y quemante al fin, al cabo no había estado tan enamorado de ella, total antes era un chico"


Publicado porCeci Damiani ✨

Del anochecer a la noche cerrada por caminos de palabras que iban y venían, de manos que se encontraban un instante sobre el mantel antes de una risa y otros cigarrillos"


Publicado porCeci Damiani ✨