DESGRACIA

Tengo sentimientos encontrados al reseñar este libro. A pesar de la magistral pluma de Coetzee no me agrado totalmente. Un profesor universitario, es expulsado de la Universidad por motivos poco “éticos” decide escapar de todo y buscar refugio en la casa de su hija que vive en una granja en los campos de Sudáfrica. Ahí descubrirá un estilo de vida distinto marcado por la discriminación racial y lucha continua para sobrevivir. Una realidad que lo golpeará de varias formas. Coetzee nos entrega un relato en donde la desgracia está presente en la vida de las personas y reflejado en el entorno de un país dividido por luchas raciales. Una historia durísima y muy cruda con la que me costó congeniar ya que los dos personajes principales me provocaban un gran rechazo. Sus actos y forma de pensar me resultaban incomprensibles, sobre todo, a la hora de enfrentar algunos temas complejos como el abuso o el maltrato animal. Entiendo el contexto, pero aun así no estoy de acuerdo con munchas de las actitudes y la lectura no era placentera (a veces sucede 🤷‍♂️). ¡¡¡Pero ey!!! No es un mal libro. El estilo narrativo del autor es excelente, aunque en esta oportunidad no sintonizamos en ciertos temas. 10.03.22

Novela profunda y notable. Con un estilo directo y conmovedor, Coetzee alcanza cuotas altísimas con esta narración cuya virtud es la descripción de situaciones que resultan desgarradoras y conmovedoras así como una variedad de temas que llevan inevitablemente a la reflexión: la condena y la intolerancia de la sociedad hacia los individuos arrepentidos, la libertad, los deseos reprimidos, la soledad, el escándalo y la vergüenza de ello ante la sociedad, la impunidad... Coetzee evoca imágenes poderosas y muy realistas. Sus personajes resultan muy humanos y verosímiles, con defectos y pensamientos muy personales. Coetzee nos muestra la otra cara de Sudáfrica de fines de los noventa, vendida ante occidente como una sociedad prospera pero maltrecha en el fondo donde la miseria puede hallarse en cualquier momento y en cualquier lugar y que el autor ha sabido retratar de manera muy realista. A veces da la impresión de que la trama no es más que una excusa para que Coetzee nos muestre sus reflexiones y opiniones sobre temas de honda preocupación social y - sobretodo- personal. Hay algunos párrafos o frases que encontré geniales, dignas de formar parte de una antología de pensamientos. Por último cabe destacar la acertada portada del libro: un perro famélico de espaldas, mirando a la nada en medio de un paisaje desolador. Una portada simbólica e indeleble en la memoria que hace justicia al contenido del libro (Muy acertada la elección de poner en blanco y negro la portada para la edición en español a diferencia de la portada en color de la edición original en inglés) . Una de mis portadas favoritas de todos los tiempos.

"Desgracia" es una historia profunda, extraordinaria, con un final conmovedor que estremece por la intensa soledad del personaje en una sociedad marcada por la segregación. Se desarrolla en Sudáfrica y narra la historia de David Lurie, divorciado,  catedrático, arrogante, vanidoso y contradictoriamente empático que un día es expedientado de la Universidad por un escándalo sexual y decide irse a la granja de su hija Lucy. La obra está rodeada de una ambigüedad que se acentúa debido a la ausencia de claves interpretativas, lo que alienta significativamente, su misterio. A pesar del uso de la tercera persona, el relato de los hechos se presenta desde el punto de vista del protagonista. Lo que hará que el lector genere sus propias interpretaciones y conclusiones a las fuertes temáticas que se exponen. Finalmente, resulta deplorable como un día de  violencia implacable pueda terminar con las aspiraciones de una persona, dejándola marcada para el resto de su vida.

Muy recomendable, relato crudo y sin restricciones. La cabeza del protagonista en primer plano siempre, incluso sobre sus propias acciones. Resulta muy duro de digerir en algún momento.

Cómo es costumbre en el señor Coetze, una novela bastante políticamente incorrecta, con un protagonista, un profesor en universitario de vuelta de todo, en que tiene una relación co no se una alumna, joven y guapa, que cuando se descubre la hipócrita sociedad surafricana lo humilla y le exige que se disculpe. Cosa que no hace es más no dimite de su puesto y se va a vivir a una granja de la Surafrica profunda, donde a pesar de que es la época post apartheid, aún ciertas costumbres ancestrales en el campo que el profesor, como buen urbanita que es no conocer, como un escritor, duro poco complaciente y incómodo en ocasiones, no apto para estómagos sensibles, por lo menos en esta ocasión.

Es un libro demoledor. Si bien mucha de la crueldad del libro lleva a reflexiones trascendentes, no sé si lo recomendaría de todas formas. A mí realmente me afecto mucho, por momentos hubiese preferido no leerlo, aún hoy, pasados unos meses, me siguen impactando imágenes, situaciones terribles narradas en él. Un libro para valientes, sobre todo para personas que toleren muchas y repetidas escenas de crueldad animal. El libro es bueno, como todos los del autor, pero en este realmente pone a prueba la tolerancia emocional del lector. 

Es una historia dura, descarnada y que por momentos me ha creado desasosiego. Ha habido hechos que me han resultado difíciles de digerir . A pesar de cierta desazón y regusto amargo tengo que reconocer la calidad narrativa del autor al transmitir esas sensaciones.

DESGRACIA - John Maxwell Coetzee  Desde el comienzo de mi lectura la historia de David Lurie me trae el regusto de Humbert Humbert de la Lolita de Nobokov. Un hombre de 52 años, profesor universitario de Literatura en Ciudad del Cabo, divorciado dos veces y con una adicción al sexo con jovencitas de la edad de su hija. Soraya, una prostituta con la que tiene sexo cada jueves hasta que desaparece; Melanie, la alumna sucesora. En ambos casos sólo sabemos lo que él siente, pero intuimos que eso no es necesariamente la realidad. Ellas no tienen voz. La pérdida de su trabajo de profesor por la denuncia de su alumna lo lleva a adentrarse en la Sudáfrica de contrastes en busca de su hija que vive apartada en una hacienda. Su único equipaje un montón de libros sobre Byron para contar su historia de amor con una jovencita italiana. Pero lo salvaje llega para inundarlo todo y para cebarse en su hija Lucy, para ponerle a él al otro lado. La desgracia que planea para terminar de destrozar su mundo, para ser consciente o no, de la ley del instinto, de la perpetuación de la especie. La muerte que planea separando almas. La violencia, la ley del más fuerte que llega para hacer saltar en mil pedazos su historia. Mientras, con Byron, va tejiendo, no un ensayo ni un libro, una ópera que no es otra cosa que su propia vida, un aria, un grito, una solicitud de perdón sin arrepentimiento, ante la desgracia, ante la certeza de no ser ya más el depredador, de ser el padre de La víctima.