El comisario Georges Dupin se enfrenta a la misión más difícil de su vida: descansar durante dos semanas enteras. Pero odia estar inactivo y aprovecha la mínima oportunidad para merodear por los alrededores, de modo que su incansable curiosidad no tarda en verse recompensada. Primero desaparece una estatua de la capilla del puerto, más tarde una diputada es agredida durante una manifestación y poco después una mujer se esfuma sin dejar rastro. Pero el golpe que perturba definitivamente la tranquilidad de Dupin es el hallazgo de un cadáver. La tentación es demasiado fuerte y el comisario empieza a investigar a escondidas. Parece que los casos criminales persiguen al comisario Dupin incluso en vacaciones. ¿O es al revés?
El comisario Dupin se toma "vacaciones" junto a Claire en un nuevo lugar paradisíaco de la Bretaña Francesa y cuya "piedra rosa" característica del lugar (como siempre contado TODO con sumo detalle en una clase de Geografía que no abruma que esta perfectamente integrada a la historia) nos sirve de marco a un crimen complicado de resolver. Nos encontramos en la "mente" del comisario y en su frenesí de datos y situaciones que nos llevan al final a toda velocidad. Recomendable.