A través de una extraordinaria sucesión de escenas, Ana Juan reconstruye la travesía que en 1897 emprende el bergantín Demeter, cargado de cajas de tierra de Transilvania, desde la ciudad rumana de Varna hasta el puerto británico de Whitby. Entre esa carga se cuela el ataúd del conde Drácula, responsable de un sinfín de inexplicables y estremecedoras desapariciones que mantendrán atemorizada a toda la tripulación antes de embarrancar frente a la costa de Whitby.
Escrito como la bitácora de viaje del capitán del bergantín Demeter, este libro narra los extraños sucesos ocurridos entre el 6 de julio y el 4 de agosto de 1879. El Demeter zarpa de Varna, en Rumania, con destino a Whitby, en el Reino Unido, transportando cajas llenas de tierra. Pero el viaje se convierte en una pesadilla lenta, que dura casi un mes. Uno a uno, los miembros de la escasa tripulación del Demeter empiezan a desaparecer. Hay algo en el barco. Algo que acecha y caza a todos los que están a bordo, que no saben qué es ni cómo enfrentarlo. Ana Juan maneja muy bien la lógica del diario —un recurso que el mismo Bram Stoker usó para escribir Drácula— y que acompaña de unas ilustraciones inquietantes que insinúan más de lo que revelan. Y ese es el gran acierto de este libro-álbum: los lectores sabemos qué es lo que ataca a la tripulación del Demeter, pero Juan nos pone en su piel mientras se enfrentan a una amenaza misteriosa que jamás verán resuelta.