El toro, animal poderoso que produce en el hombre terror y admiración y, consecuentemente, una atracción difícil de apartar de su lado, semejante a la de un abismo abierto de sus pies, lo encontramos presente desde la noche de los tiempos en las diversas culturas nacidas en torno al Mediterráneo y en Oriente Medio, hasta las llamadas culturas clásicas.