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Sinopsis de DE VUELTA A CASA

¿Hacia dónde nos lleva la estela de lo que callamos? Nochebuena de 1959, Altos de Adelaida, Australia. Al final de un día caluroso, junto a un arroyo en los terrenos de la mansión de la familia Turner, un repartidor realiza un descubrimiento espeluznante. Comienza una investigación policial y el pequeño pueblo de Tambilla se ve inmerso en uno de los casos de asesinato más desconcertantes y dolorosos de la historia de Australia del Sur. Sesenta años más tarde Jess ha perdido su empleo en el periódico y tiene dificultades para llegar a fin de mes. Inmersa en encontrar una buena historia que cambie su suerte, recibe una llamada inesperada por la que decide abandonar Londres y regresar a Sídney. Su abuela Nora, con quien se crio, ha sufrido una caída y está ingresada. El recuerdo de su querida abuela contrasta con la realidad al encontrar a una mujer frágil y desconcertada. Sin nada que hacer en casa de Nora, Jess se dedica a curiosear y en el dormitorio de la anciana descubre un libro que detalla la investigación policial de una tragedia ya olvidada: la de la familia Turner en la Nochebuena de 1959. Mientras hojea el libro, Jess descubre una asombrosa conexión entre su familia y aquel suceso. Desde entonces la búsqueda de la verdad será el único camino posible.

12 reseñas sobre el libro DE VUELTA A CASA

Leer a esta autora siempre es un acierto, su forma de escribir es hipnótica. No sólo sabe enredarte en la trama sino que te traslada de forma magistral a los lugares donde esta se desarrolla. Es un libro denso, sin embargo no le sobra ni una sola página. Los personajes son de esos que no pasan inadvertidos, que penetran en los lectores. En la novela tenemos dos líneas temporales muy bien definidas: la primera nos situará en los Altos de Adelaida (Australia) en 1959, donde los cadáveres de una madre y sus hijos son hallados por un vecino del pueblo. En principio, todo apunta a que no ha sido una muerte violenta, pero no deja de ser una escena macabra llena de muchos interrogantes; la segunda línea temporal nos lleva al año 2018, en principio a Londres, donde conoceremos a Jess. Esta debe regresar a Sidney tras recibir una llamada donde le comunican que su abuela, con quien se crió, ha sufrido una caída y se encuentra en estado grave. Jess no se imagina ni por un momento que en este regreso a casa descubrirá una serie de secretos familiares que marcará su vida para siempre. Una novela llena de complicadas tramas familiares y suspense. Los giros argumentales son tremendos. Es cierto que uno de ellos lo vi venir, pero los demás me dejaron con la boca abierta. Una lectura adictiva para disfrutar no solo de su trama, que no deja cabos sueltos, sino también de su elegancia narrativa porque la pluma de Kate Morton es una gozada.


Otra vez una portada en un escaparate me lleva hasta uno de esos libros que no voy a poder a olvidar. Sin mirar, gracias a mi instinto, cómo está catalogado ¿Novela romántica? No sé dónde le ven el romanticismo a esta novela, no creo que la cabeza pensante que lo pusiera haya siquiera abierto el libro. Escrito a dos tiempos, intercalando capítulos de algo espantoso ocurrido en Australia en 1959 y una actualidad en la que Jess tiene que volver a casa de su abuela a causa de un accidente de ésta y entonces descubre… hasta aquí puedo leer sobre la trama. Sólo puedo decir que está muy bien hilado, que no deja de aumentar la intriga hasta el final. Es una novela larga, sus más de 700 páginas pueden imponer un poco al principio, pero me ha atrapado que no sentía volar las páginas y me ha parecido corta y quería seguir leyendo sobre Nora y sus secretos familiares. También es verdad que me ha pillado en un fin de semana largo por un festivo, así que haciendo lo suficiente para que mis hijos no mueran de inanición, el resto del tiempo ¡es mío! La forma de escribir de esta mujer es totalmente espectacular, no entiendo por qué no he leído nada de ella hasta el momento. A pesar del baile de tiempos y tramas, no me he perdido en ningún momento, los personajes están muy bien perfilados, la velocidad es la correcta en cada capítulo y la ambientación es brutal, lo que agradezco infinitamente porque no conozco nada sobre Australia aparte de su fauna. Los personajes están perfectamente trazados, tanto los del pasado como los actuales, aunque sí tengo que admitir que había pensado en la resolución correcta pero solamente de uno de los misterios que se entrecruzan, uno en particular me ha sorprendido, cosa por la que estoy tremendamente orgullosa de mí misma, ya que no me he destripado el final. Aconsejo su novela para quienes busquen una buena lectura, pausada, bella y sobre todo, con muchos secretos, mentiras y sorpresas. Desde ya mismo me apunto todo lo que haya publicado esta mujer y me declaro fan incondicional de ella.


Kate morton, una autora que me gusta mucho, pero que últimamente la inspiración brilla por su ausencia. Todos sus libros siguen siempre una misma línea, misterios familiares en dos líneas temporales que se unen en un final que no ves venir y es justamente ahí, en esas sorpresas donde la autora te gana, o mejor dicho vamos a dejarlo en pretérito imperfecto " ganaba". En esta ocasión nos presenta una historia familiar también, con tres protagonistas de tres generaciones, madre, hija y abuela. Jess, una periodista que no pasa su mejor momento laboral recibe un aviso de que su abuela ha sufrido una caída y está en el hospital, lógicamente vuela a Sidney (escenario único de la novela) y ahí empieza a enterarse de cosas del pasado de la vida de su abuela que como buena periodista, no va a dejar estar y se va a poner a investigar. Así pues, en este tocho de unas 500 páginas que normalmente, me repito, lo sé, suelen enganchar bastante, esta vez no, esta vez se pierde en descripciones, cosa que odio en cualquier novela y peor aún, las repite una y otra vez haciendo que la trama se haga lenta y pesada a más no poder. El tema de personajes, otra agonía, hay muchos y variados pero la mitad de ellos no aportan nada a la trama, pero están ahí y hay que conocerlos... Cómo resumen, la historia no está tan mal, tiene los giros y sopresas a los que acostumbra la autora pero le sobran muchas páginas metidas para hacer bulto. A excepción de sus dos últimas novelas, está chica tiene buenismos libros, si no la conoceis y queréis probar, no empecéis por esta, hacedlo por los primeros, son brutales.


Kate Morton es una de mis escritoras extranjeras favoritas. Hay algo en la forma en que teje la historia que te transporta a otro tiempo y lugar, sus palabras lanzan una especie de hechizo. En cierto modo, esta novela difiere de las anteriores en que está ambientada en su mayor parte en Australia, algo que creo que la diferencia un poco. No cabe duda de que el amor de Morton por Inglaterra y las grandes casas antiguas sigue brillando, pero en realidad creo que aquí ha conseguido dar vida a su país natal, con descripciones vívidas y llenas de pasión. En particular, ha captado muy bien el pequeño pueblo de Tambilla, con su comunidad muy unida, donde todo el mundo sabe un poco de los asuntos de todo el mundo, y donde las ondas de choque de la tragedia que ocurre allí tiene ramificaciones para todos. La historia se cuenta desde múltiples marcos temporales y múltiples puntos de vista, un complejo tapiz que de algún modo acaba uniéndose. Diré que algunos de los saltos temporales me resultaron un poco confusos, por ejemplo, el primer capítulo ambientado en el día de Año Nuevo de 1959, que me confundió hasta el final. Además, la gran variedad de personajes resulta un poco abrumadora, sobre todo porque Morton explica con tanto detalle la historia de muchos de ellos. Aunque al final del libro pude entender por qué había dedicado tanto tiempo a algunos de los personajes, la forma serpenteante en que se nos presentaban los recuerdos del pasado de tantos personajes afectó a la fluidez de la historia. Algo que también es un poco diferente de sus otras novelas es que realmente tenemos un libro dentro de otro libro. Como parte de su investigación sobre la tragedia de la familia Turner, Jess lee el relato novelado de un periodista que estaba en Tambilla en aquella época, Daniel Miller. Su libro, “As if They Were Asleep” (Como si estuvieran dormidos), está incluido en su totalidad, y es una especie de relato de ficción real, en el que nosotros, como lectores, somos transportados a la Nochebuena de 1959 y a los días que la rodearon, mientras la investigación policial se ponía en marcha. Esto no sólo ha dado vida a los personajes de Tambilla, incluido el fallecido, sino que también ha proporcionado una interesante visión del género del crimen real, especialmente porque en la historia estamos al tanto de los pensamientos y sentimientos de Jess, que lee el libro como un miembro de la familia. Mi principal crítica a este aspecto es que la voz de Miller quizá se parecía demasiado a la de Morton, y podría haber intentado hacerla un poco más distintiva para destacar. En el fondo, la historia es tanto un misterio como una saga familiar. La novela explora temas como el duelo, la familia, la maternidad, y cómo definimos el hogar. Como siempre, el amor de Morton por los libros y el poder que la lectura puede tener para las personas, brillan a través de cada página.


Viajamos a Australia para conocer la historia de la familia Tuner. En 1959 conoceremos la tragedia que sufre la familia Turner, cuando madre e hijos aparecen sin vida cuando el plan era disfrutar de un picnic en familia. En la actualidad Jess recibirá una llamada que cambiará su vida para siempre donde le informan de que su abuela Nora ha sufrido una caída y por ello es recomendable que viaje a Australia por lo que pudiera pasar. La relación con su madre Polly es prácticamente inexistente. Gracias a este viaje descubrirá los secretos de la historia de su familia. Cuando leí la sinopsis me creo mucha curiosidad y elegí estrenarme con la autora con esta obra. ¡Error! La trama es sumamente lenta. Es un libro extenso y pasadas las doscientas primeras páginas cuando ya me había situado en la historia y conocido a muchos personajes (pero muchos) la historia se repite desde otro punto de vista y añadiendo algún dato más. Sabía que la autora era muy descriptiva, contaba con ello, pero considero que hay descripciones innecesarias ya que no aportan nada a la historia. Con respecto al final no quiero hacer spoiler solo puedo decir que me ha sorprendido y no ha sido para bien... Cómo siempre digo ¡para gustos libros! Le daré una oportunidad a "El jardín olvidado" pero más adelante.


El pueblo de Tambilla en Australia en el año 1959 es el escenario de un suceso trágico y desconcertante que no se logra resolver o determinar con certeza cómo ocurrió o quien fue el responsable. La historia se entrelaza en la actualidad en el año 2018 con tres mujeres, Nora la madre, Polly su hija y Jess la nieta, quien regresa a Australia ante una crisis de salud de su abuela Nora quien en su lecho de muerte comunica algunas palabras que la inducen a investigar y descubre varios secretos en su historia familiar. La trama es entretenida y se va desarrollando la relación de estas tres mujeres con el evento de 1959. En algún punto del libro se empieza a vislumbrar el posible final o el descubrimiento del misterio, sin embargo, no deja de sorprender el desenlace.


Es una historia muy bien urdida para llegar a descubrir un secreto familiar. A medida que avanza la narración nos va descubriendo nuevos aspectos que no imaginábamos. Hay que llegar al final para atar cabos. Muy entretenida y escrita con soltura.


La historia empieza bien pero hay un momento que se pierden y cuando parece que remonta, se vuelve cansina y repetitiva. Para mi gusto sobran páginas y también personajes puesto que muchos están indefinidos y cuando vuelven a aparecer, no te acuerdas de ellos. La gran sorpresa, te la hueles mucho antes de que se descubra. Y en cuanto al verdadero misterio, al menos yo me quedé con ganas de más y no me quedó del todo claro. Cuando acabó, me quedé con ganas de más historia y pensé "¿Tanto lío para esto?". Da la sensación de que la escritora, estaba más pendiente de meter paja y descripciones que de la trama en sí, a la que único que hacía era dar vueltas y vueltas, para al final dejarla como una novela rosa con final feliz. De Kate Morton he leído todas sus novelas por riguroso orden de publicación, y, sin dudarlo, esta es la peor de todas. La anterior tampoco me entusiasmó, pero al menos no me dejó tan mal sabor de boca.


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FRASES DEL LIBRO DE VUELTA A CASA

Por mucho que " hogar " se considerara una palabra de calidez y consuelo , los policías lo sabían mejor .El hogar es donde está el corazón , y el corazón puede ser un lugar oscuro y dañado .


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...si una mujer no se toma a sí misma en serio, le va a costar convencer a los demás de que lo hagan...


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«Le gustaba el aspecto de las cosas viejas. Le resultaban reconfortantes las pequeñas imperfecciones del tiempo: los rasguños, las manchas de bolígrafos de hacía mucho tiempo. Esos objetos comprendían que todo el mundo tenía bordes magullados y pasados secretos.»


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