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Sinopsis de DE MATASANOS A CIRUJANOS

<P ALIGN=JUSTIFY>Tras la pista de un héroe perdido de la ciencia, este libro nos desvela el truculento mundo de la cirugía victoriana conjurando el ambiente de las primeras salas de operaciones y sus admirados «matasanos»: hombres sin miramiento elogiados por su habilidad y fuerza bruta al operar, antes de la invención de la anestesia.</P> <P ALIGN=JUSTIFY>En vísperas de una profunda transformación de la medicina, estos pioneros, conscientes de que las secuelas de la cirugía eran más peligrosas que las dolencias mismas, estaban desconcertados por las recurrentes infecciones que se producían tras las intervenciones y que mantenían las tasas de mortalidad obstinadamente altas. Pero, en un momento en que la cirugía no podría haber sido más peligrosa, una figura emergió inesperadamente de las sombras: un joven médico, un cuáquero de talante melancólico llamado <B>Joseph Lister</B>, que resolvería el mortal enigma de la causa de las infecciones y cambiaría el curso de la historia de la medicina.</P> <P ALIGN=JUSTIFY>A lo largo de estas páginas, Fitzharris nos retrata el siniestro período comprendido entre 1850 y 1875, presentándonos a un elenco de personajes -algunos de ellos brillantes, otros directamente criminales- que frecuentaron las sucias escuelas de medicina y lúgubres hospitales donde aprendieron su oficio, las macabras morgues donde estudiaron anatomía, y los cementerios ocasionalmente saqueados en búsqueda de cadáveres que diseccionar.</P> <P><B>Reseñas:</B><BR>«Su biografía de Lister restituye a este olvidado paladín de la observación científica y lo vuelve a situar en el centro de la historia de la medicina [...] Un logro extraordinario.»<BR><I>The Wall Street Journal</I></P> <P>«Con ojo para los detalles históricos y talento para la prosa, Lindsey Fitzharris nos cuenta uno de los momentos más estelares de la historia de la medicina: el desarrollo de la asepsia quirúrgica.<I> De matasanos a cirujanos</I> es un libro espectacular, horriblemente delicioso y adictivo.»<BR>Ed Yong, autor de<I> Yo contengo multitudes</I></P> <P>«Impactante y estremecedor.»<BR><I>Kirkus Review</I></P>

2 reseñas sobre el libro DE MATASANOS A CIRUJANOS

 En vísperas de una profunda transformación de la medicina, estos pioneros, conscientes de que las secuelas de la cirugía eran más pe ligrosas que las dolencias mismas, estaban desconcertados por las recurrentes infecciones que se producían tras las intervenciones y que mantenían las tasas de mortalidad obstinadamente altas. Pero, en un momento en que la cirugía no podría haber sido más peligrosa, una figura emergió inesperadamente de las sombras: un joven médico, un cuáquero de talante melancólico llamado Joseph Lister, que resolvería el mortal enigma de la causa de las infecciones y cambiaría el curso de la historia de la medicina. A lo largo de estas páginas, Fitzharris nos retrata el siniestro período comprendido entre 1850 y 1875, presentándonos a un elenco de personajes -algunos de ellos brillantes, otros directamente criminales- que frecuentaron las sucias escuelas de medicina y lúgubres hospitales donde aprendieron su oficio, las macabras morgues donde estudiaron anatomía, y los cementerios ocasionalmente saqueados en búsqueda de cadáveres que diseccionar.


Magnífico libro sobre la historia de Joseph Lister, famoso cirujano británico ( un cuáquero nacido en 1827 ) que asiste en 1846 en Londres a una cirugía de amputación de una pierna a cargo de Robert Liston en la que se utiliza por primera vez ETER, dando inicio este hecho a la era de la cirugía indolora. Pero a la aparición de la anestesia que resolvía tanto, faltaba solucionar las infecciones hospitalarias post operatorias que resolverían mucho más. Interesantes, asombrosos e increíbles lo que se muestra de Londres, Glasgow y Edimburgo ( ya en ese entonces líder mundial en cirugías) en tiempos de la industrialización, el robo de cadáveres para proveer a las escuelas de anatomía, el aserrín bajo la mesa de madera donde se hacían las cirugías, mesa que nunca se limpiaba, etc . Fanático del microscopio ( habilidad y curiosidad científica heredada de su padre ) la lectura de los estudios de su contemporáneo Louis Pasteur ( que estudiaba la conexión entre fermentación y putrefacción, motivado por el problema de las enfermedades infecciosas ya que entre 1859 y 1863 tres de sus hijas habían muerto de fiebre tifoidea) le abrió camino al uso del ácido carbólico ( Fenol) como antiséptico. Falleció en 1912 a los 84 años habiendo sido miembro de la Real Sociedad de Londres – como lo fueron Newton y Darwin – y hecho grandiosos aportes a la medicina. El género de bacterias “Listeria” hace honor a su apellido como así también el conocido antiséptico bucal llamado Listerine.


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