La retórica, en Roma, fue doblemente una ciencia de dos filos, por un parte, contenía las lecciones para hablar en público y era arte de vida y, por otra, podía usarse para bien o para mal. De la Invención retórica, ha sido la obra más leída de Cicerón: se conoció durante la Edad Media, y pasó mucho más acá del Renacimiento.