Jonathan Santlofer -autor de El artista de la muerte, además de reputado pintor estadounidense- vuela tensión y suspense en un thriller que toma Nueva York como escenario para presentarnos a una investigadora que debe apoyarse en sus conocimientos de arte, sus antiguos compañeros de polícia y un psiquiatra para frenar los arrebatos de un perverso asesino en serie.
Continuación de su anterior novela, aunque su lectura es independiente. Nuevamente hay una base muy original para justificar al asesino, aunque en este caso a la protagonista le pasan demasiadas cosas y eso para lectores avanzados en el género negro chirría un poco. Aun así la novela cumple, y entretiene y es ágil.