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Sinopsis de CULEBRON

Una acosadora desaparecida y una celebridad medíática en un thriller erótico en el que nada es lo que parece a primera vista. Culebrón cuenta la historia de Juan, filósofo convertido en conductor de televisión, y Elisa, enigmática mujer a la que conoció durante su juventud. Juan y Elisa recuperan contacto luego de treinta años y entablan una relación basada en promesas y fantasías sexuales que jamás concretarán.Lo que comienza como un juego de seducción, una anécdota entretenida contada en una sobremesa, terminará siendo un culebrón en el que la infidelidad, el incesto y hasta el asesinato hacen acto de presencia. Novela atrapante y perturbadora, cruce perfecto entre Historias de Nueva York de Paul Auster y Vértigo de Alfred Hitchcock, este Culebrón de E. L. Yeyati renueva el género del thriller erótico con un apasionante juego en el que el narrador va desgranando no sólo el origen de la historia de Elisa y Juan, sino también su rol accidental en el desarrollo de la trama y su inesperado final.

1 reseñas sobre el libro CULEBRON

Juan es un filósofo pasado a la televisión, el blog, los medios virtuales, los libros de autoayuda. Como lo define la esposa del otro protagonista, su amigo periodista –el anónimo narrador–, “un vendedor de espejitos de colores”, de “expresiones escritas y visuales de rápida producción, digestión y eliminación mental”. De pronto Juan decide hacerle al periodista una revelación: hace un mes recibió un correo electrónico de una mujer de Cipolletti, Elisa, que dice haber sido su compañerita de escuela, y que lo reconoció al ver su programa de TV. Juan le contesta, empieza un intercambio de mails y la memoria le hace clic: ella fue su novia de la adolescencia. Ya está: “Tengo el argumento para una novela”, le dice al amigo. “Escuchá”. Pero la novela la escribirá el que escucha. Juan no se siente capaz. Así empieza Culebrón , en apariencia una historia real con caracteres de culebrón televisivo, es decir, insólita, lacrimógena y muy larga. Sí, porque de los culebrones la novela conserva la forma, pero en el fondo es todo lo contrario, un relato negro con una sutil trama policial y una buena carga de observaciones psicológicas y de crítica social, a la que no le falta tampoco una profunda reflexión sobre las relaciones hombre-mujer. El culebrón termina (un final inventado y escabroso), pero la novela real no. Porque el “argumento” que le ha contado Juan ha llevado a su amigo por un camino incierto, donde falta la certeza fundamental. Por su lado, Juan –en el único capítulo en que desplaza al narrador para ocupar su lugar– tiene una pesadilla en la que Elisa se presenta en su casa, y le arruina la cara a navajazos, tal como él ha arruinado su vida a través del libro publicado por el narrador. Comienza entonces la segunda y última parte, en que el narrador, corroído por su sentimiento de culpa, su ilimitada imaginación, la violación de una intimidad, se dedica obsesivamente a la búsqueda de Elisa, de la historia verdadera que salga de su propia boca y que explique la versión de Juan y corrija (y le perdone) sus propios añadidos desmesurados como narrador, sobre todo aquel final. Es aquí donde el novelista se convierte en detective y la novela en policial noir . Contacto tras contacto persigue a la mujer por todos los lugares donde pasa o ha pasado. El relato adquiere el carácter de un laberinto, y como dice el narrador acerca de un pasaje determinado, “un dramatismo inverosímil propio de un culebrón… una representación catártica pero inocua del dolor de los otros”. Sin embargo, su búsqueda dará con una serie interminable de pistas falsas, y su intento de redención se extraviará sin remedio en aquel mismo laberinto del que a toda costa quiere salir. Igual que se extraviará el lector en un final tan ambiguo como inesperado y brutal. Muy recomendable.