CUENTOS SELECTOS
FRANCIS SCOTT FITZGERALD
Sinopsis de CUENTOS SELECTOS
En una carta a Harold Ober, su editor, Francis Scott Fitzgerald le explicaba que concebía sus relatos como si fueran novelas. No se refería a la extensión naturalmente, ni a la complejidad de la trama, sino a las emociones que debían provocar, a su capacidad de conmover a los lectores. Esta explicación quizás encierra la clave de su modo de concebir relatos. Los mejores de ellos, que son muchos, podrían haber sido novelas. Por la hondura de los personajes, por el absoluto dominio sobre la historia que se está narrando, por la capacidad de hacer visible aquello que no se narra y que el lector descubre. La insistencia en las emociones recorre toda su obra, marcada por una serie de temas en los que probablemente sea el maestro indiscutido: las ambiciones de la juventud, el miedo al fracaso, las diversas y dolorosas maneras de desperdiciar una vida, el desamor, la soledad, lo irrecuperable. No hay que olvidar que uno de sus textos más célebres se titula Bancarrota emocional.
1 reseñas sobre el libro CUENTOS SELECTOS
Uno de los escritores más conmovedores que tuve el agrado de leer, con sus cuentos sobre los caminos de vidas o capítulos específicos de otras, Fitzgerald hace un retrato psicológico y sociológico de la aristocracia estadounidense, sus sueños, anhelos, contrariedades y realidades, con personajes en confrontación con los traumas, la redención y la imposibilidad. Particularmente, los capítulos de la vida de Pat Hobby han sido fascinantes, el retrato surrealista del poder en Un diamante tan grande como el Ritz, y el imposible del curioso caso de Benjamin Buttom y su estudio de la juventud contemporánea, han reafirmado mi respeto por este autor, que próximamente me hará releer El Gran Gatsby.
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FRASES DEL LIBRO CUENTOS SELECTOS
La imagen de Helen lo obsesionaba. Helen, a la que tanto había amado, hasta que los dos habían empezado a abusar de su amor insensatamente, hasta hacerlo pedazos.
Y entonces afronta esas situaciones con la mayor rapidez e indiferencia posibles y se retira una vez más a los dominios del sueño, esperando que las cosas se arreglen por obra de una gran bonanza material o espiritual.
