CUENTOS INOLVIDABLES SEGUN JULIO CORTAZAR

Nueve son los cuentos que nos quieren vender (y lo hacen) como inovildables para un Cortazar que aporta un micro ensayo sobre el cuento perfecto bastante interesante y pone la mano. Veo más motivos editoriales que de gustos refinados pues salvo el de Bierce, y tal vez Tolstoi, el resto, ni si quieran son los más representativos . Poe aporta su William Wilson, muy buen relato por cierto, para darle algo de calidad a la compilación donde lo inolvidable ya se nos ha acabado. Mención especial a Borges y su capacidad de trasportarme...no entendí nada, ni el título, así que comencé a filosofear acerca de como se distribuirá el reparto de beneficios, sin mayor interés por su texto. No quiero con esto criticar a un autor reconocidisimo, ¡dios me libre! Pero en mi primera aproximación... Salvo esta excepción, seguro que por demérito mio el resto se dejan leer pero tampoco van a dejar un gran recuerdo, incluso alguno como el de Onetti, ya lo he olvidado. En resumen, una colección más orientada a la venta que al cuidado selectivo, convencido de que si a Julio le das 30 segundos para elegir nueve relatos inolvidables la mayoría no los recuerda. Como las manzanas envasadas, preciosas a la vista y unas buenas y otras pochas, cuando las metes en la bolsa.

Julio Cortázar no sólo era un tremendo escritor, también era un gran lector y además, un estudioso del cuento. Por esto es que me fui a su selección de cuentos inolvidables, pensando en que iba a tener una caza segura de cuentos para disfrutar y enriquecer mi propia lista de esos que se califican de inolvidables y acompañan toda la vida. Nueve cuentos trae este libro, además de la biografía de los autores, -no conocía a algunos de ellos-, y una nutritiva conferencia sobre aspectos del cuento, del propio Cortázar. Veamos qué sucedió. “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” un cuento de Borges, que alguna vez leí y que lo había olvidado, lo que tal vez vuelva a ocurrir. Con Borges me sucede a veces que más que lector, me siento estudiante a punto de reprobar y con la relectura de éste, cuyo título ya dice mucho, volví a sentir lo mismo. De Edgar Allan Poe aparece “William Wilson” que había leído y también olvidado, aunque no se puede decir que aquí haya desteñido, ¡Dios me perdone haberlo pensado!. Lo que pasa es que a Poe lo tengo en mi lista de inolvidables, pero con otros cuentos suyos, -discúlpeme don Julio por discrepar-. En todo caso, este relato es como una alegoría a la exploración de la conciencia y un viaje a la dualidad de la naturaleza humana. “El puente sobre el río del Búho”, un inquietante cuento de Ambrose Bierce es uno de los que cuesta olvidar. Lo releí y aun sabiendo lo que iba a pasar, tuve la fantasía de que ahora iba a tener un deseado final diferente. No sé qué hace aquí “La muerte de Iván Ilich” del León Tolstoi, porque para mí y dentro de mi ignorancia es más bien una novela corta. Es un texto muy largo para ser cuento y por ello tiene otro ritmo y una gran profundidad psicológica. “Un sueño realizado” de Juan Carlos Onetti y “La casa inundada” de Felisberto Hernández ya los empecé a olvidar. “Conejos blancos” de Leonora Carrington y “Éxtasis” de Katherine Mansfield se dejan leer muy bien, aunque dudo que me acuerde de ellos en tres meses más. Dejo para el final “Un recuerdo navideño” de Truman Capote. Este sí me tocó la fibra. Una mirada de lo que importa en la vida desde los ojos de la infancia. Finalmente, dos cosas quiero decir. La primera es que don Julio Cortázar es infinitamente superior escribiendo cuentos, que haciendo listas de cuáles son inolvidables. La segunda es que tengo que leer a Capote y releer a Poe.

Al ser un compilado distintos autores, hacer una sola reseña que valga para todos los cuentos se me hace imposible. Hay algo que me quedó claro y es que no todos los cuentos que a Julio le parecen inolvidables para mí lo fueron. Es una lista variada y hay cuentos que son obras maestras... Otros ya ni los recuerdo la verdad y me parecieron un nudo más que otra cosa. Para hablar de la parte más positiva, el cuento de Poe, el de Capote y el de Chejov son impecables. Muestras absolutas de como en poquitas páginas se puede lograr una historia completa y dejar la cabeza del lector trabajando a full en búsqueda de significados de qué ocurrió antes, después y de qué pasó con aquello que no nos contaron. Los cuentos son difíciles y maravillosos. Uno entiende que para ser un gran escritor está muy bien ser antes un gran lector

Es más probable que termine olvidando incluso a la mayoría de los autores mencionados en esta Antología/ Ensayo que compartir el criterio de su selección, Si bien Cortazar es un tremendo escritor, un escritor de rompecabezas en todos los sentidos( recordemos Rayuela, Modelo para armar, Queremos tanto a Glenda, Continuidad de los parques). El intentar armar este para mi es un galimatías, con piezas bastante rocambolescas, intentando hacerlas entrar con calzador en el momento socialista revolucionario de su conferencia Cubana… En estricto sentido, no entiendo el “ Extasis” de Mansfield ni “ Un recuerdo Navideño “ de Capote, excepto por su exquisito inicio. Carrington y sus conejos carnívoros me parece mas execrable que memorable, aunque… en su defensa apuntemos a la descripción literaria de sus surrealistas pinturas , pero como motivo, no como justificación. “ La casa inundada” podría ser genial sino fuese tan descriptivamente largo y pesado. En cuanto a “William Wilson” e “ Ivan Ilich” y el de Ambrose Bierce, ese gringo viejo, conocido como el amargo nada que reprochar, magistrales y si dignos de ser recordados. Y como lo mencione…. De los otros ni me acuerdo. Vale la pena el cortito texto alusivo a la conferencia, sus reflexiones y aportaciones acerca del cuento, de la falsa academización del mismo y de la técnica tantas veces repetida… que resumo a mi manera… un cuento nace de las tripas, pero se requiere el talento para moldearlo.. He dicho…

Conspiraciones para crear mundos ilusorios que más tarde acaban por irrumpir en la realidad; relatos que desarrollan el famoso tema del doble; historias navideñas marcadas por la nostalgia del pasado irrecuperable; las terribles visiones de un ahorcado; mujeres locas que hacen realidad sus sueños; mórbidas narraciones sobre conejos carnívoros y gente leprosa; cuentos de autores como Borges, Poe, Birece, Capote o Carrington, entro otros, hacen de este volumen una verdadera delicia y corroboran por qué quien los escogió, los calificó de inolvidables, todos ellos son narraciones y escritores a los que siempre resulta agradable volver porque expresan con gran vitalidad, imaginación y energía, lo que significa crear con la palabra.

Una colección de cuentos súper especial, cada cuento con temáticas diferentes pero todos rondan sobre lo efímero de la vida, y también de la muerte. Además de la conferencia de Cortázar dónde el cuento es valorado a la luz de sus fundamentos, más allá de la visión subjetiva de autores o literaturas locales de cada nación.