CUENTOS ESENCIALES

Guy de Mauppassant es el cuentista nato por excelencia. Genio.

Realmente muy buenos. Recomendable para leer y estar ocupado en leerlos varias horas, muy imaginativo. Leer es un placer. Leed a Maupassant.

Qué magnífica idea la de volver a los cuentos, completamente olvidados, arrumbados como un efecto colateral, una víctima, una pérdida de la infancia. Para otros, que jamás tuvieron la oportunidad o el interés de conocerlos, es el momento, la oportunidad de descubrir verdaderas pequeñas joyas de asombroso sabor; la misma oportunidad se les brinda a todos aquellos que atravesaron sus infancias consumiendo la literatura infantil equivocada, adulterada, tergiversada, modificada genéticamente, edulcorada hasta la diabetes por la familia Disney. En realidad, da igual, ahora todos tenemos la oportunidad de enmendar y experimentar; en primer lugar observando y comparando como reacciona nuestro cerebro adulto y de reducida imaginación ante la misma historia que era capaz de generar todo un mundo ilimitado en nuestro cerebro infantil. Releer a autores clásicos como Andersen, Perrault, Grimm Bros... resulta muy interesante, placentero, estimulante. En todos los casos, la sensación de asombro está garantizada: o bien por la temática de algunos cuentos, por la forma de afrontarlas en la época en que vivieron (lo que también nos ofrece una imagen sorprendente de los lectores coetáneos del autor, quizá en contraste con nosotros mismos). También, Maupassant, que, personalmente no creo que sus relatos fuesen pensados para mentes infantiles ni de antaño ni de hogaño; yo no recuerdo haberlo leído en infancia ni en la de mis hermanos. Leídos hoy en día, con mucha atención y la mente abierta para evitar el presentismo histórico y haciendo un pequeño esfuerzo para adaptarse a las circunstancias sociales y políticas de aquella Francia y de los distintos tipos de personas y personajes que, además, piensan y actúan como franceses (y no como españoles), teniendo en cuenta todos estos detalles para no sentir rechazo o decepción, Maupassant acaba saliéndose con la suya y produce verdadera inquietud y llega a rozar el morbo sádico sin plasmarlo directamente, como se haría hoy, sino de manera sugerida o insinuada, que la propia inercia de la vida, en tantas ocasiones, parece querer subrayar con una especie de cruel ironía final, como si el autor tuviese la tentación de ser o imitar el ejemplo de los autores moralistas sin serlo. En el caso de Maupassant y debido a sus particulares problemas de salud (que no deberían tener importancia ni venir a cuenta) parece inevitable plantearse en algún momento dónde empieza el escritor y dónde la enfermedad; quién fue el origen y quién la consecuencia; ¿fue su obra fruto de una mente original o de una mente que sufre por enfermedad?. Y ya por último, y viniendo muy oportunamente a cuento, tanto por el tema principal de contar mentiras, como dice la canción infantil, como por la cercanía temporal y física de su creadora,... SOFÍA RHEI -->"El Bosque Profundo" no puede pasar desapercibido el talento de una autora actual que no conocía y que, casualmente he descubierto a través de un libro de cuentos asombrosamente interesante por sus, literalmente, maravillosos cuentos donde la magia, la ironía y la genialidad le puede costar perder la cabeza literalmente, la razón literalmente, la mutilación metafóricamente. Un "metaverso"(??) en el que Alicia caería por su madriguera pero saldría por su propio pie y hecha mujer casada con derecho al voto en blanco en su nueva republica de las maravillas. En el caso de que el propio Walt Disney regresara a la vida en España como español provisional para hacer un cameo en "La que se avecina" y entrase en el mundo de los cuentos de Sofía Rhei para comprar el sol, acabaría perdiendo la cabeza por orden de la reina de corazones para poder ser crionizado y como dice la leyenda,...