Para una joven viuda de la isla de Corpus Christi, la alianza entre Gran Bretaña y los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial significó la llegada de militares americanos a las colonias, que sealojaron en su pensión. Muy pronto se dio cuenta de que los apetitos de los soldados se dirigían hacia frutos de la isla mucho más tentadores y provocativos que los que ella servía en su mesa. Y, para mantener asus jóvenes lejos de los burdeles y de las manos codiciosas del jefe de la policía, los alimentaba cada noche con cuentos que mezclaban de manera muy seductora el exótico pasado del Caribe con un presentedecididamente más picante.
Un mucho de cuentos, un poco de erotismo, y un absoluto de la abuela. Una mujer que narra a su nieto la historia de su aparente caída en desgracia, pletórica de gracia, hilarante jocosa, plagada de anécdotas personales, desde su exilio de su Venezuela natal hasta la ficticia y trinitaria isla de Corpus Christi, Rebosante de cuentos picantes que no lo son tanto, excepto por el escatologico llano y coloquial lenguaje. Abundante en peripecias de índole sexual a las que no necesita describir, basta con aludirlas para volverlas encantadoras. Mezcla la historia y leyenda antillanas, con la ocupación trinitaria por las fuerzas armadas estadounidenses, en la cual juega un papel importante desde su alojo, entretenimiento, manutención, y el eventual triunfo en la segunda guerra mundial. A quienes entretiene. ( tanto al nieto Johny como a los soldados, ) con cuentos y anécdotas. Que saca de la manga, la bolsa o de la memoria de sus 96 años. Lo adereza con leyendas antillanas, El Dorado, La Hechicería, el origen de la iguana. Y fragmentos de historia puestos de revés , el paso de españoles al mando de Berrio e ingleses con Sir Walter Raleigh al frente sus disputas y su papel en la destrucción ancestral de la actual Guyana. Introduce personajes sorprendentemente risibles por su pretendida seriedad, El Coronel Sanders ( del Kentucky Fried Chicken ) . El demonio de Tanzania , el rey de Characarachari. . Mezcla de las mil y una noches, los cuentos de Andersen, los cuentos de los hermanos Grimm. Con un claro y auténtico sabor antillano. Todo sea por los hijos a quienes habrá de mandar a estudiar medicina al Canada . Y por una divertidamente sabrosa literatura. Donde el título es sólo un pretexto, ... Cris - Cras
Los buenos títulos nunca tienen que ver con la historia en sí, y son solo el anzuelo para que la gente quiera oírla