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Sinopsis de CUENTOS COMPLETOS

Autor imprescindible para comprender las inquietudes, los deseos y los miedos de toda una clase social,John Cheever es considerado hoy un clásico incontestable de las letras estadounidenses, especialmente gracias a susrelatos breves, auténticas gemas literarias de una rara belleza que lo sitúan entre los mejores escritores modernos delgénero. Estos cuentos, ambientados sobre todo en urbanizaciones situadas en el extrarradio de las grandes urbes, aunquetambién en otros lugares como la ciudad de Nueva York o Italia, son certeros retratos sociológicos de una clase medianorteamericana que disfruta de lujos materiales pero que paradójicamente se ve acosada por una inefable sensación devacío y soledad.

3 reseñas sobre el libro CUENTOS COMPLETOS

No son solo retratos de una sociedad dominante y aburrida por tenerlo todo, envidiada por el resto del mundo e imitada hasta la nausea, hipocrita claro pero también sensual y abrasada por un hambre de alcohol y sexo supongo que atrasada, reprimida. Son asomos geniales al alma humana, instantes atrapados de auténtica realidad en crisis, decisiones plasmadas en unas pocas páginas de gentes cualquiera, de nosotros. Simplemente maravilloso.


¿PODRÍAS DAR UN EJEMPLO DE UNA MENTIRA ABSURDA QUE DIGA MUCHO SOBRE LA VIDA? CLARO. LOS VOTOS DEL SAGRADO MATRIMONIO. (By John Cheever) John Cheever (Quincy, 27 de mayo de 1912- Ossining, 18 de junio de 1982) llamado «el Chéjov de los barrios residenciales». Hay que leer sus cuentos porque son únicos, de los mejor la literatura americana de su generación. En algún reportaje dijo lo siguiente: ¿Tus amigos o tu familia piensan a menudo que están en tus libros? Sí y -pienso en todos los que se han sentido así- lo han vivido siempre con una deshonra. Si pones a alguien en un papel secundario, asumen que así es como los ves en la realidad… pese a que el personaje sea de otro país y cumpla un rol absolutamente distinto. Si haces ver a alguien vacilante o torpe o de alguna manera imperfecta, asocian rápidamente. Pero si les haces ver bellos, nunca asocian. La gente siempre está mucho más pronta a acusar que a sentirse celebrada, en especial la gente que lee ficción. No sé qué tipo de asociación hacen. En algún momento una mujer vino hasta mí desde la otra punta de una reunión y me dijo “¿Por qué escribiste esa historia sobre mí?” Y yo tratando de recordar a qué historia se refería. Bueno, aparentemente tiempo atrás yo había descripto a alguien con ojos rojos; ella ese día se había dado cuenta de que tenía los ojos de ese color y asumió que yo la había utilizado. ¿Se sienten indignados, sienten que no tienes derecho a meterte con sus vidas? Sería más agradable si pensaran en el costado creativo de la escritura. No me gusta encontrarme con gente que siente haberse visto maligna cuando ésta no era la intención de nadie. Claro, muchos escritores en su juventud tratan de ser difamatorios. Y algunos escritores maduros también. La difamación, ciertamente, es una gran fuente de energía. Pero esa no es la energía de la ficción, es simple calumnia infantil. Es la clase de cosas que sacas de los cursos de la universidad. La difamación no es uno de mis fuertes.


Me queda un mundo, su mundo, por leer. Me queda media vida para leer, lo que alcance, sin descanso, dedicándole los mejores momentos, entregado a esta pasión inútil y sin aparente beneficio, diletante del tiempo prestado para tirarlo en lo que otros han escrito, ausentes los rendimientos; me queda todo el libro y no quiero jamás leer a nadie peor, voy a dedicarme a encontrarlos, leerlos, resucitar en mi otra vez la ilusión de su creación, esquivar las toneladas de basura autoproclamada y publicitada como "literatura", leer, leer y leer. Y después están los premios, y los éxitos, y los de la tele... en fin


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