"Escribí durante mucho tiempo sin que se enteraran de que yo escribía, algo totalmente informal, libre, no verso ni prosa -declaró una vez Silvina Ocampo-, me parecía que no era apto para ser leído o mostrado, hasta que un buen día empecé a leérselo a alguien. Cuando me di cuenta de que conmovía, me lancé a una especie de dedicación; en lugar de ponerme a dibujar me ponía a escribir, pero no había un lenguaje para eso..."Esas palabras reveladoras podrían interpretarse como una clave de lectura. En efecto, la literatura de Ocampo produce la rara sensación de estar frente a algo totalmente nuevo, un mundo creado en el propio acto de escritura, cuya relación con todo lo conocido es sólo aparente. Un mundo onírico, engañoso, en el que los opuestos -candor y crueldad, placer y dolor, verdad e ilusión- conviven en una armonía tan improbable como inquietante. El segundo volumen de sus "Cuentos completos" muestra a Silvina Ocampo en la espléndida madurez de sus recursos narrativos.
Silvina Ocampo no me sorprende. conozco de sobra su calidad literaria y su capacidad para convertir un hecho cotidiano, una situación aparentemente trivial en un deleite para mis ojos, leerla en voz alta convierte los sonidos en imagen, leerlos para mí los convierte en una explosión imaginativa. todos y cada uno de los cuentos son un pedacito de su memoria que se anidan en un rinconcito de mi corazón, Grande por siempre la hermana menor... de las Ocampo
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