José Saramago nos revela en estas páginas su día a día en Lanzarote, adonde trasladó su residencia en 1993. Lo acompaña de preguntas y respuestas, de opiniones certeras y radiantes acerca de lo más cercano y lo más general, de comentarios sobre amigos y sobre el mundo que le ha tocado vivir.
Uno de los autores favoritos de mi hijo, es José Saramago. Viendo en su biblioteca tantos títulos de este autor, siento la curiosidad por su obra. Al encontrar "Los cuadernos de Lanzarote", me doy cuenta que la mejor manera de conocer un escritor, es por medio de sus diarios o sus memorias. Los cuadernos de Saramago, son un paseo por casi todos sus libros. Es conocer esa "carpintería" de que habla García Márquez cuando explica cómo se va haciendo un libro . En los cuadernos puede verse paso a paso cómo se han ido formando libros como "Memorial del convento". "In nomine Dei", "La balsa de piedra", "El evangelio según Jesucristo", "Ensayo sobre la ceguera" y algunos más. Siempre había creído que el autor estaba por encima de mis aptitudes de comprensión y gusto. Lo juzgaba muy "filosófico" para mí, que a mi edad, ya no estoy para tales aventuras. Sin embargo, los cuadernos, me están dando un panorama más real de las obras publicadas por Saramago y que, por tanto, ahora me propongo leer aprovechando que están a mi alcance en los estantes de mi hijo. Para mí, ha sido un buen descubrimiento. Las notas que he tomado de la lectura , me convencen de que es un autor al que es necesario leer.
...pero con un futuro que habría de tener por lo menos el tamaño de nuestra esperanza...".
Sentir como una pérdida irreparable el acabar de cada día. Probablemente esto es la vejez".
Dios definitivamente no existe. Y si existe es rematadamente imbécil. Porque sólo un imbécil de ese calibre se habría dispuesto a crear la especie humana como ésta ha sido, es y continuará siendo".