Sinopsis de CRONOPAISAJE

1998: La tierra es un caos al borde de un desastre ecológico. Pero en Inglaterra, un científico que trabaja con taquiones está intentando contactar con el pasado para advertirles sobre la miseria y la muerte que sus experimentos y acciones han causado en un planeta asolado. 1962: J. F. K. es aún presidente, reina el rock, y la guerra de Vietnam no es noticia. Un joven ayudante de investigación en una universidad californiana, Gordon Bernstein, descubre extraños patrones de interferencia en un experimento de laboratorio. A riesgo de arruinar su reputación, Bernstein comienza a desvelar la increíble verdad, una verdad que cambia su vida y altera la historia... la verdad que se esconde detrás del tiempo.

3 reseñas sobre el libro CRONOPAISAJE

CRONOPAISAJE (tit. orig. "Timescape") - Gregory Benford, 1980. En 1998, desastres ambientales hacen estragos en el planeta; un científico intenta enviar un mensaje para prevenir la cosa a 1963, donde otro científico lucha con las burocracias académicas, los prejuicios, los rechazos y las implicancias de las paradojas temporales, para poder entender y transmitir lo que está pasando. Pesado por momentos por los términos difíciles para quiénes no entendemos de física, pero con planteos filosóficos universales, conflictos personales y globales universales y una tensión que va escalando haciéndose cada vez más emocionante hasta que concluye. Me emocioné con un par de escenas final, empaticé mucho con un par de personajes, sobre todo el incomprendido en un principio Gordon Bernstein. Me llegué a comer mucho la cabeza con algunas frases y planteos. Es raro que no me guste la ciencia ficción, y este no fue la excepción. ¡Fantástico!


“Cronopaisaje” de Gregory Bendford (1980) Entre los múltiples y ambiguos propósitos para este año, está volver a leer más ciencia ficción, había sido o uno géneros preferidos de mi adolescencia, pero ahora hace años que los volúmenes que anunciaban en sus portadas que habían sido galardonados con premios Hugo o Nebula habían quedado relegados a la más baja de las estanterías de la biblioteca, de hecho he tenido que tirarme al suelo para ver que casi ninguno de esos libros es posterior a los años ochenta Así que busqué la “Nueva Guía de lectura de Miquel Barceló” que compré hace unos años, en la presentación que hizo su autor en Gigamesh y busque la lista de los 25 libros imprescindibles para perezosos, y entre los primeros estaba este título que llamó mi atención, ¿A que humano no le fascinan los viajes en el tiempo? He quedado medianamente satisfecho con esta nueva incursión en el género, se trata de ciencia ficción “dura”, de la que se apoya en sólidos principios, Bendford es un reputado físico que ha trabajado para la NASA y ha encontrado tiempo para escribir varias novelas. La premisa y la trama principal me interesan mucho, en un futuro (para el momento del libro, ahora nuestro pasado) la Tierra está sumida en un catastrófico caos medioambiental que llevará inevitablemente a la extinción de la humanidad, caos provocado por compuestos que en el momento de su invención en los años sesenta parecían la panacea (¿nos suena?), así que como último intento desesperado, se intenta enviar un mensaje al pasado alertando de las consecuencias indeseadas que provocará los nuevos milagros científicos. El vehículo serán los taquiones, unas partículas teóricamente posibles según la teoría de cuerdas, más veloces que la luz y pueden viajar en el tiempo. En 1963 un profesor los detecta como “ruido” en unos de sus experimentos, pero detecta una cierta congruencia y un mensaje, por supuesto nadie le cree y aquí está la parte que menos me interesa, saber lo difícil que es medrar en el escalafón universitario, las publicaciones necesarias, las conferencias, las rencillas, se nota que quien escribe conoce bien el ramo, no sólo la parte científica sino la humana mezquindad que debe haber entre colegas (recordando Big Bang Theory) aderezada además con su problemas conyugales y materno-filiales La verdad es que con menos trama secundaria hubiera disfrutado más. A pesar de lo que pueda parecer, lo he disfrutado, aunque había muchos capítulos que debería haberme saltado. Seguiremos leyendo ciencia ficción. ¿Dónde si no podríamos encontrar propuestas tan atrevidas? Pensaba, si pudiera enviar un mensaje al pasado de la humanidad, ¿A que momento enviarías y de que les advertirás?, o si pudiese enviar una nota a un momento de mi pasado, que me enviaría y a que momento, suponiendo que allí podría haber un punto de inflexión que me hubiese llevado a un presente alternativo mejor. ¿Me hubiera hecho algún caso, mi yo del pasado?


“Cronopaisaje” de Gregory Bendford (1980) Entre los múltiples y ambiguos propósitos para este año, está volver a leer más ciencia ficción, había sido o uno géneros preferidos de mi adolescencia, pero ahora hace años que los volúmenes que anunciaban en sus portadas que habían sido galardonados con premios Hugo o Nebula habían quedado relegados a la más baja de las estanterías de la biblioteca, de hecho he tenido que tirarme al suelo para ver que casi ninguno de esos libros es posterior a los años ochenta Así que busqué la “Nueva Guía de lectura de Miquel Barceló” que compré hace unos años, en la presentación que hizo su autor en Gigamesh y busque la lista de los 25 libros imprescindibles para perezosos, y entre los primeros estaba este título que llamó mi atención, ¿A que humano no le fascinan los viajes en el tiempo? He quedado medianamente satisfecho con esta nueva incursión en el género, se trata de ciencia ficción “dura”, de la que se apoya en sólidos principios, Bendford es un reputado físico que ha trabajado para la NASA y ha encontrado tiempo para escribir varias novelas. La premisa y la trama principal me interesan mucho, en un futuro (para el momento del libro, ahora nuestro pasado) la Tierra está sumida en un catastrófico caos medioambiental que llevará inevitablemente a la extinción de la humanidad, caos provocado por compuestos que en el momento de su invención en los años sesenta parecían la panacea (¿nos suena?), así que como último intento desesperado, se intenta enviar un mensaje al pasado alertando de las consecuencias indeseadas que provocará los nuevos milagros científicos. El vehículo serán los taquiones, unas partículas teóricamente posibles según la teoría de cuerdas, más veloces que la luz y pueden viajar en el tiempo. En 1963 un profesor los detecta como “ruido” en unos de sus experimentos, pero detecta una cierta congruencia y un mensaje, por supuesto nadie le cree y aquí está la parte que menos me interesa, saber lo difícil que es medrar en el escalafón universitario, las publicaciones necesarias, las conferencias, las rencillas, se nota que quien escribe conoce bien el ramo, no sólo la parte científica sino la humana mezquindad que debe haber entre colegas (recordando Big Bang Theory) aderezada además con su problemas conyugales y materno-filiales La verdad es que con menos trama secundaria hubiera disfrutado más. A pesar de lo que pueda parecer, lo he disfrutado, aunque había muchos capítulos que debería haberme saltado. Seguiremos leyendo ciencia ficción. ¿Dónde si no podríamos encontrar propuestas tan atrevidas? Pensaba, si pudiera enviar un mensaje al pasado de la humanidad, ¿A que momento enviarías y de que les advertirás?, o si pudiese enviar una nota a un momento de mi pasado, que me enviaría y a que momento, suponiendo que allí podría haber un punto de inflexión que me hubiese llevado a un presente alternativo mejor. ¿Me hubiera hecho algún caso, mi yo del pasado?