CONVERSACION EN LA CATEDRAL

He leído que está es la más grande novela de Vargas Llosa. Si bien la historia es interesante, con una muy buena ambientación sobre el Perú de los años 50, con personajes muy bien armados, donde se hace una construcción sobre las clases sociales que la hacen una gran novela, siempre me ha quedado la duda y su estructuración aporta o complejiza innecesariamente la novela. Cómo habría sido esta obra si tuviera otra estructura, no necesariamente lineal, pero que no exigiera al lector estar adivinando quién te habla y en que momento de la historia te habla, como si el escritor tomara la obra y la tiraba al aire y la rearmara a la rápida. Creo que la culpa de todo es de William Faulkner. Por lo mismo a mi me gusta mucho más "La guerra del fin del mundo". Pero bueno, la ora es la que es y es un desafío interesante considerando además su extensión.

Un poco complicado seguir la historia al comienzo, pero valió la pena el esfuerzo, me encantó. ¿En qué momento se jodió el Perú, Zavalita? Esa pregunta que muchos peruanos nos hacemos en algún momento.

En la misma contra-portada del libro, Mario Vargas llosa expone que “es la única novela que salvaría del fuego”. Ambientado en la Lima de los 50, nos muestra todo un dialogo en el escenario perfecto para esta novela, un bar, un bar llamado La Catedral, soltándonos todo un mundo entre los dos personajes que dan partida a tan curiosa conversación, compartiendo entre vasos, mentes vacilantes y murmullos ajenos, sus realidades enfrascadas en sus propios problemas, ocupaciones y personalidades. Zabalita y Ambrosio, nos transportan a sus pasados cruzados y separados, donde no faltan Don Fermin y Callo Mierda. Una novela completa, abierta a todas luces para ser criticada, degradada moralmente y estudiada con tantas ganas.

A mi gusto, la mejor obra que haya escrito un peruano; sin embargo, recomendaría que antes se lean obras más sencillas, pero geniales de Vargas Llosa como la tía julia y el escribidor, Pantaleón y las visitadoras, los jefes y los cachorros. Bastaría con una o dos obras de las que sugiero para estar listo para leer esta poderosa obra. Es así porque su estilo tiene cierta dificultad que requiere un poco más de costumbre para disfrutarla al 100%.

Leí tres veces esta novela: en 1979, luego en 1981 y anoche terminé mi segunda relectura. Cuatro décadas son de por sí un largo recorrido existencial. La lectura es diferente, hay otros ojos, otras miradas, pero la conclusión es la misma: una gran novela sobre la vida, la violencia y el fracaso de un país y de toda una generación. Una novela política, y al mismo tiempo existencial. Las técnicas con que Vargas Llosa construye los cuatro libros son diferentes: el primer libro es Faulkner, el segundo Dos Passos, el tercer libro apoteósico: el auge y la caída de un régimen dictatorial en dos capítulos (cuando Cayo mierda destruye un intento de putsch contra Odría; cuando el mismo Cayo mierda es derribado del ministerio de gobierno interior en la revolución de Arequipa de 1955), el cuarto libro, y último, la caída final en el pozo del olvido y la muerte de la mayoría de los 70 personajes que esta gran novela despliega. Es asombroso leer las mudas espaciales y de narrador, la utilización de ese “dijo”, “dice” durante esa larga charla de Zavalita y Ambrosio Pardo en ese restaurante de mala muerte llamado La Catedral. Las cajas chinas en donde de una historia se desprenden otras (la aparición en escena del padre de Ambrosio, un ladrón que deviene en guardaespaldas y matón de un senador y que muere en el levantamiento de Arequipa, solo por dar un ejemplo.) El inicio de la novela con la pregunta «¿En qué momento se había jodido el Perú?» es solo comparable al arranque de The End of the Affaire de Graham Greene «Una historia no tiene ni principio ni fin…», «En un lugar de la Mancha» de Cervantes o «Digamos que me llamo Ismael» de Melville. El cierre de la novela es también antológico cuando Ambrosio termina la “conversación” con Zavalita: «Trabajaría aquí, allá, a lo mejor dentro de un tiempo había otra epidemia de rabia y lo llamarían de nuevo, y después aquí, allá, y después, bueno, después ya se moriría ¿no niño?» No hay vuelta de tuerca ni redención para ninguno de los personajes de la obra maestra de Vargas Llosa.

A mi gusto, la mejor obra literaria en español. Con una estructura magistral (que puede llegar a ser difícil de seguir si no se está familiarizado con el autor) que muestra la genialidad de Vargas. Una verdadera obra maestra que recomiendo ampliamente.

Esta es una novela imprescindible que describe muy bien la realidad del Perú en los años cincuenta. Una realidad que a veces parece tan vigente. Como si el protagonista estuviera de alguna manera consciente del absurdo en que se mueve la sociedad y se resiste, mientras todos se dejan llevar. El desaliento me contagia desde el primer capítulo: el Perú es una resaca, una choleada, una putamadreada, una crónica en periódico chicha; y dentro de ese tabloide amarillento, una magnífica historia, una ficción digna del gran escritor que siempre me ha emocionado; un rompecabezas para armar desde muchas aristas que exige mucha atención, y que desanimaría a un lector novato, pero que una vez dentro del ritmo, la trama se vuelve absolutamente emocionante. Completamente recomendable.

En mi opinión la mejor obra de este gran escritor latinoamericano. Una obra maestra.