CONTAGIO

Este ensayo es un trabajo de investigación increíble sobre cómo llegan las enfermedades a los humanos por contagiarse de un animal. Trata varios tipos de organismos y todos son igual de espeluznantes. Como dato que me ha dejado patidifusa es que el Covid ya se conocía y tenía nombre en 2003. Cuando se escribió esto, en el año 2012, se tenía información que podía haber venido muy bien en la primera ola, ya que nadie parecía tener ni idea de lo que se nos venía encima. Una obra imponente y necesaria para conocer de dónde salen y porqué estamos en la situación en que estamos. Desde luego, no deja indiferente, ni tranquiliza, saber que ya han pasado tantas pandemias y que, de seguro, seguirán pasando. Lo peor de todo, si se tenía conocimiento ya en 2003 del SARS-CoV ¿Por qué tardaron tanto en decirnos que nos pusiéramos mascarilla? ¿Por qué estuvieron jugando con nosotros con los guantes sí, guantes no? ¿Ahora se queda en la ropa, lo pisamos y lo llevamos al suelo de nuestra casa, salta de terraza en terraza? Da mucho que pensar el mamoneo que se han traído con la información, la falsa y la no falsa. Por ponerle un pero, diré que el capítulo en el que habla del ébola se repite y desarrolla con más detalles en otra de sus obras, “Ébola”, que leí hace aproximadamente un año, quizá hubiera sido mejor leer éste primero. La parte última, la de la “lagarta peluda”, me ha encantado, porque ni conocía esa especie de polilla y su explicación de los virus de la gripe, muy asequible a los profanos como yo y entendible para todos. Si la información es poder, este libro debería ser leído por cada una de las personas que se dedican a la sanidad pública o privada. Aconsejo su lectura a personas a las que les guste saber la verdad, por incómoda que sea. Eso sí, que se preparen a que se les suban las pulsaciones a mil en alguno capítulos que se centran en investigación con animales. Por eso, por favor os pido, recordadme cuando me veáis que empiezo a leer otro del mismo estilo, que este tipo de lecturas me pone de muy mala leche.

Es un libro agradable, porque además de explicar con análisis serios, científicos y matemáticos cómo han evolucionado los virus mayormente conocidos, la narrativa utilizada por el autor es novelesca y entretenida, caracterizada por los viajes que realiza a los lugares en que surgen esos virus. Los describe y abarca con conversaciones que sostiene con los científicos encargados en investigar las enfermedades. Resulta difícil asimilar que la mayoría de enfermedades y las más graves que nos vienen agobiando, provienen de los animales, es decir, se producen como consecuencia de la zoonosis. Y es difícil porque nos obliga a meditar sobre cuál y hasta dónde debe llegar nuestra relación con los animales. Si debe ser una relación de cercanía, de respeto, o si, por el contrario, de apartarnos un poco de sus entornos. El panorama que nos ilustra el autor es poco alentador, porque señala que la propagación de una nueva pandemia, en estas épocas, se encuentra siempre latente como consecuencia del crecimiento desmedido de la raza humana y el consecuente acercamiento que hemos tenido respecto del habitad animal. En síntesis, me pareció enriquecedor tener la posibilidad de leer un texto sobre este asunto; conocer sobre las distintas enfermedades provenientes de los virus que han agobiado últimamente a la humanidad, tales como el hendra, el vih, el sars, la fiebre q, etc; conocer que la mayoría de dichas enfermedades provienen de la zoonosis; que en muchas ocasiones es la imprudencia del ser humano, quien, por aspectos culturales o de otro tipo, ha permitido el traslado de las enfermedades desde los animales reservorios hacia los humanos; que las medidas de higiene deberías ser adoptadas en todo momento, a pesar de no estar viviendo una pandemia; que debemos cuidar el medio ambiente porque es la fuente directa de vida; que una pandemia no tendría la capacidad para acabar con la raza humana porque hay personas que son inmunes y otras que, quien sabe cómo, pero ya tienen anticuerpos. Me gustó, la forma cómo afronta sus investigaciones hacen de este libro que la ciencia sea una historia bien contada.

En este libro se relatan algunas de las epidemias más notorias de los últimos dos siglos. Pero es mucho más que eso. Nos abre la mente, nos enseña mucho sobre sus causas y despliegues y sobre su historia. Puede decirse que hay un agente de contagio por capítulo. Pensé leerlo de a un "bicho" cada tanto, pero la realidad es que quede atrapada desde el primer capítulo. Su lectura es ágil y amena. La información es copiosa sin ser abrumadora. La prosa de Quammen es entretenida, con una chispa irónica que aflora cada tanto. Leerlo de principio a fin tiene su recompensa: Nos abre capítulo a capítulo al increíble mundo de las interrelaciones entre los seres vivos y su medio y se nos abren los ojos sobre el mundo en el que vivimos y como realmente lo afectamos y somos afectados por él. Nunca más vas a mirar al mundo natural a tu alrededor como antes. Desde tu mascota, tu patio al espacio verde o salvaje que hayas visitado en vacaciones. En lo que a mí respecta los capítulos del ébola, sarss y hiv son imperdibles. Pero mí consejo si lo van a leer a medias es que no dejen de leer por nada del mundo el último capítulo. Se llama "Todo depende" no es largo. Y curiosamente, parece que lo hubiera escrito en función de la última experiencia de la humanidad con el tema. La parte -si quieren- estremecedora de este libro es que fue escrito en 2012 y el autor que entrevista muchísimos especialistas, investigadores y científicos dice en más de una ocasión que aquellos que realmente entienden estos temas no se preguntan si va a haber una nueva pandemia, sino cuándo y que tan letal y contagiosa será. Y en algún momento agrega, al pasar: ¿Saldrá de una selva africana o de algún mercado húmedo de China? Diez años más tarde ya tenemos la respuesta. El autor es licenciado en letras (de ahí su escritura tan agradable) y se destacó investigando sobre vida salvaje para national geographic. Para Los que leen en kindle: el libro termina en el 79%. El resto es bibliografía y notas.

Un escritor, que es un conocido periodista, es el autor de ésta obra. DAVID QUAMMEN se ha decantado o prefiere escribir libros de divulgación científica, en este caso CONTAGIO, es una obra muy actual y, que justamente, estamos pasando por una de esas terribles pandemias. Antiguamente las pandemias, asolaban y siguen asolando extensas áreas geográficas, muchas circunscritas a uno o dos continentes. La peste es una de esas pandemias que suele presentarse con cierta frecuencia y la que se presentó en Europa en los años 1300 (la peste negra entre 1347-1351; en los años 1600 (entre 1665-1666); ha diezmado a millones de personas. Muchas de estas pandemias, incluída la peste, son enfermedades de tipo Zoonosis, enfermedades que afectan a un grupo o grupos de animales y que en un momento determinado salta y comienza a contagiar a las personas y, luego estas personas contagian a otras personas. La peste es provocada por una bacteria la yersinia pestis que es transmitida por la pulga de la rata, que al picar a una persona pasa a el bacilo yersinia de la rata a la persona. Otras Zoonosis incluyen al Ébola, posiblemente el SIDA, la Gripe Aviar, la Gripe Porcina. Es posible que el coronavirus que estamos sufriendo en la actualidad sea también una zoonosis y aún no podemos precisar que animal o grupo de animales son los reservorios o son los huéspedes definitivos. La obra está escrita en un lenguaje claro, preciso como si te contase, coloquialmente hablando, un amigo la historia de lo que está pasando y, lo que se ha descubierto en el interín. La obra no habla del coronavirus especificamente, porque aún estamos aprendiendo y conociendo a este virus, si no de otras pandemias que se han presentado a través de las épocas. Un libro imprescindible para tener una visión amplia y mejor del panorama de este tipo de enfermedades y cuales fueron las estrategias para tratar de controlar su diseminación y contagio; huelga decir que en la época actual la comunicación de país a país por vías de trasporte terrestre, acuatica y aérea facilita muchísimo la diseminación, incluso de continente a continente, la globalización de las enfermedades...y esperemos que también facilite la globalización de la medicación o de las vacunas. Estas enfermedades te enseñan a un alto precio, hay que ser muy celosos de lo que aprendemos de ellas.

En un país superpoblado, con mil trescientos millones de ciudadanos hambrientos, no ha de sorprender que se coman serpientes, como tampoco han de hacerlo el que haya recetas cantonesas de perro... - Quizás el hambre nos coma a nosotros finalmente. -

Excelente, ideal para entender lo que estamos viviendo con la pandemia de COVID19