Esta es una novela corta escrita “a cuatro manos” entre Roberto Bolaño y Antoni García Porta. Si bien es cierto no llega a tener el despliegue técnico de obras como “Los detectives salvajes” o “2666”, sí se deja entrever ese estilo que Bolaño le impregnaría a sus libros posteriores, sobre todo las referencias y reflexiones sobre el mundo de la literatura.La historia se centra en dos jóvenes: Ángel Ros y Ana Ríos Ricardi quienes inician una oleada de asaltos y asesinatos sin establecerse la causa de esta conducta por lo demás violenta. Ella es una chica sudamericana de 22 años y él, un muchacho a punto de cumplir los 30 que tiene la pretensión de escribir una novela cuyo personaje central será Dédalus: un asaltante que probablemente conoce la obra de Joyce. A lo largo de la novela hay referencias al “Ulises” como la mención de algunos personajes o el recuerdo de algún pasaje; asimismo, Ángel Ros es también un músico que en las últimas páginas de la novela tararea “Riders on the storm” de Morrison en un momento en que no puede ser más oportuno, ya que el sentido de la canción encaja perfectamente en el desarrollo de la historia, logrando transmitir una sensación de soledad y desolación no exenta de cierta reflexión existencialista.Vale recordar que el título “Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce” fue tomado por Bolaño y Porta de un poema del poeta mexicano Mario Santiago Papasquiaro quien tituló uno de sus poemas como “Consejos de un discípulo de Marx a un fanático de Heidegger”. Es también interesante que en la última parte de la novela “Apéndice. Manuscrito encontrado en una bala: Diario de Ángel Ros” aparece brevemente el poeta Mario Santiago quien recita precisamente el poema al que se hace referencia. Finalmente, podemos señalar que esta novela sin ser una obra capital de Bolaño sí posee una magia especial, diríamos un ingrediente que la hace única y valiosa por sí misma: su ambición y compromiso a ir más allá que solamente contar una historia. Esta es una novela, como bien lo apunta la contraportada de la edición del 2017, destinada “para adictos a Roberto Bolaño” y para todos aquellos que deseen explorar en las obras menos conocidas de este autor.
Decía, a quien quisiera escucharme, que no esperaba nada, que era una manera de encubrir que lo esperaba casi todo, que a su vez era vivir en el error y en el crimen".