CONFESIONES

Sentirte libre de conversar con Dios, es lo que ofrece este semi biográfico libro de San Agustín, mostrándonos su relación con el mundo y Dios desde su niñez, adolescencia y parte de su adultez. Con párrafos suaves, entusiastas y un final reconfortante en la vida del cristianismo. Un libro esencial en el desarrollo de todo creyente.

Para leer este texto, no es necesario ser un fan religioso. Es leer prácticamente una autobiografía de un personaje muy reconocido a nivel mundial, que ha sido trascendente en las épocas por su importancia católica. En esta obra, muestra como pasó diversas etápas, antes de encontrar su amor por la religión cristiana.

Una autobiografía que parece contemporánea, a pesar de haber sido escrita en el siglo IV. Agustín de Hipona muestra en primera persona su búsqueda de sentido que lo llevó por caminos existenciales e intelectuales variados. Su encuentro con el cristianismo a través de su madre y de Ambrosio de Milán lo transforma personalmente, pero también intelectualmente. Repiensa en una clave nueva todo el bagaje filosófico que había incorporado en su vida anterior, convirtiéndose en el gran filósofo y teólogo del milenio siguiente para Occidente. Además, en Confesiones se describe una búsqueda que, además de intelectual, es también estética.

LO BUENO DE LOS LIBROS "LEÍDOS" ES SU INTERACCIÓN CON LOS LIBROS "QUE LEEMOS" (Parte I) AGUSTÍN DE HIPONA se me antoja una especie de Hawking primigenio. Aclaro que mi ateísmo goza de buena salud. Ocurre que Agustín de Hipona (santo para algunos) fue un hombre muy inteligente y tuve la suerte de llegar a sus textos. Leo “Historia del Tiempo” de Stephen Hawking y San Agustín me acosa desde lecturas anteriores. En sus “Confesiones”, se adelantaba al actual concepto de que “el tiempo no tiene significado antes del comienzo del universo”, “el tiempo es una propiedad del universo que creo Dios”. Obviemos la afirmación de Agustín sobre la creación, lo que aquí interesa es el concepto tan compatible con la concepción actual de la ciencia. Incluso lo reafirma al decir “Dios no hacía NADA antes de crear el cielo y la tierra”. ¿Fue un epistemólogo o un científico Agustín?

Agustin de Hipona, se describe con total sinceridad, y demuestra como el título de santo no es algo con que se nace, de hecho nada en su infancia y juventud demostraba tener cualidades para la vida religiosa, pero tampoco lo llevaban a una vida de miseria material o social, todo lo contrario su talento con la retórica o el buen hablar alcanzaron para él una prestigiosa profesión con buen estatus social, y económico. Todo bien para los ojos de cualquiera menos para los de su madre que veia en la vida de su hijo un camino a la condenación segura. 😅😅igual que Agustín creo es más fácil impresionar a los ajenos o extraños que a tu familia, porque ellos nos conocen sin maquillaje. Lo que me encanta de la vida de esta persona, es que pese a todo lo bien o mal de su situación nunca dejo de buscar la verdad de las cosas, cuestionando incluso la corriente filosófica a la que perteneció mucho tiempo (maniqueísmo), su encuentro con la verdad que el descubrió no le llegó a su puerta, él mismo salió a buscarla y estudiarla, rumiarla y digerirla, y esto que el trabajo y desarrollo ahora es fuente de aprendizaje para otros. Un filósofo natural por ello aunque el libro es autobiografico, al final termina con reflexiónes sobre el libro del génesis. Aunque fue un obispo Católico, estás reflexiones nos acercan a Dios de un modo personal independiente de la creencia religiosa individual.

Magnífico libro, es de mis libros de . Es impresionante el viaje que realiza hacia sí mismo, la búsqueda en primer lugar intelectual, luego cordial. Y sus reflexiones sobre el tiempo Cap XI, son interesantísimas.

Un libro completo y excelente.

Excelente