CONFESIONES DE UNA MASCARA

MISHIMA, desde hoy fundo oficialmente tu fan Club (por ahora solo somos Anuska y yo 😐) y prometo ponerme todos los días una camiseta con tu foto...me pedire la que estás en tanga, katana en mano😌. DIOS MIO!! QUE HOMBRE!! QUE LIBRO!! Con un estilo absolutamente exquisito, este muchacho se abre el pecho y escribe esta oda autobiográfica sobre el deseo, la identidad y el deber, en una época y un lugar en el que ser gay no era para cobardes. Mishima nos cuenta que desde pequeño se ve atormentado por un deseo irreprimible hacia los hombres. Y en un país en el que ser homosexual era un fracaso, y en el que se educaba para que el fracasado busque la honra quitandose la vida, Mishima ni siquiera se consideraba humano, se sentía esta cosa monstruosa y maltrecha que definitivamente no merecía vivir. El mero hecho de escribir este libro en esa época fue una forma de enfrentarse a todos, pero mas que nada, a sí mismo. Ahora, no quiero que se equivoquen, este libro es desgarrador, es cierto, pero también es hilarante. Me hizo reír prácticamente hasta descomponerme. Y perdón pero tengo que contar alguna anecdota porque bien vale un premio Nobel ( dicen que en realidad no es que lo perdió sino que se lo cedió a Kawabata).Resulta que un día Mishima, con 12 años, encuentra en un libro de arte de su padre, una imagen que lo conmueve: una pintura de San Sebastian ...y lo conmueve taaaaanto el retrato de San Sebastian...sin camisa (😐) atado a un arbol ...con cara de yo no fui y todo musculoso...que al puber se le despierta el juguete (asi le dice) ,(para los ingenuotes que lean y que crean que el juguete es una consola de videojuegos...pues no es eso😐)...y empieza a darle al juguete este con tanto entusiasmo que...CHAN!😐 enchastre total...al que describe poeticamente como " gotas blancas que cual copos de nieve o espuma de mar resbalaban en la mesa, en la lampara, en la alfombra..." y siempre con gran belleza dice que gracias al cielo su mano atajo lo peorcito porque sino manchaba el libro🙊 y ahi a explicarle al padre como un cuadro de estilo barroco termina pareciendo puro arte moderno. Un hombre valiente, sincero e inolvidable al que es imposible serle indiferente.

Éste es uno de esos libros en que decir, como en las películas ,que cualquier parecido con la realidad es pura casualidad es mentir. Se trata de una obra prácticamente autobiográfica en que el autor nos desvela de primera mano su vida durante la infancia y la adolescencia. Se centra principalmente en la incertidumbre que siente en lo referente a su tendencia sexual y a la continua lucha interna entre sus sensaciones y lo que es socialmente correcto. Hay que tener en cuenta el contexto social y cultural del Japón de la época ( años 20-30 ) en que no debía ser nada fácil admitir la homosexualidad. De ahí que Mishima , un chico enfermizo e inseguro , opte por ocultarse tras una máscara de normalidad y trate incluso de autoengañarse de que puede cambiar su propia naturaleza. Me ha gustado mucho el tono de confidencia que da a la narración, desvelando sus vivencias y pensamientos más íntimos, todo lo que ha ocultado hasta que se decide a escribirlo. Si leéis su biografía podréis comprobar el cambio radical que luego se produjo en su vida tanto a nivel personal como social y que termina con suicidio público tras fracasar su intento de golpe de estado.

Narrada en primera persona, queda en evidencia que se trata de una obra autobiográfica. Relata los primeros años de su vida signada por la fuerte influencia de su abuela, su niñez enfermiza y a la vez precoz y el despertar de la homosexualidad en su juventud. Ciertamente un joven que no encaja en las férreas costumbres del Japón de la post guerra. Mishima logra de manera magistral mostramos un alma contradictoria, que no encaja y que acaricia su propia muerte con deleite.

Se trata sobre la historia de una persona que no halla su lugar en la vida. Un hombre que se siente, desde que recuerda, diferente a los demás. Absorbido por un entramado cultural en el que se imponía desde la esfera familiar las maneras de actuar y las condiciones en las cuales debía desarrollar su futuro, el autor nos va mostrando cómo pudo constatar la situación en la que se encontraba y cómo pudo hacer un alto para saber que lo que sentía no tenía por qué asustarlo. Con mucha valentía desarrolla la forma en la que vivió su vida. Lo cuenta para los demás después de haber realizado un ejercicio íntimo. Para ello, estoy seguro, tuvo que haber enfrentado una serie de demonios derivados de los estereotipos culturales que azuzaban en mayor medida en la época de la cual es hijo, en el país del cual es hijo. Se trata de decir: Basta! Puedo enfrentarlo, no tengo por qué sentirme ficticio, siento y soy igual que los demás. El tema del basta debe ubicarse -ahora- en ese contexto histórico del que hablo, cuando, además, se estaba en plena Segunda Guerra Mundial. En verdaderamente un valiente. El libro permite saber cómo se sintió ese valiente, abstraído por una realidad que no le pertenecía y queriendo engañarse a sí mismo mediante la adaptación a aquello que le era ajeno. Me pareció muy doloroso la forma en la que plasma ese dolor por no sentirse que pertenece al mundo, toda vez que se señala que, incluso, prefería morir en la guerra que seguir viviendo ocultando su realidad. Creo que a lo largo de todo el libro, el cual abarca cerca de 22 años de su vida, siempre quiso conseguir la muerte a manos de otro, la veía como un escape totalmente legítimo de las pretensiones del mundo hacía él. Me pareció duro porque considero que es un mal que no sólo agobia a los homosexuales sino a muchos de los seres que habitamos el mundo y que son tratados como seres distintos sin que se les preste el cuidado que se merecen. La forma en la que narra esa circunstancia fue muy natural, no como un drama sino cómo parte de su existencia, ver la muerte como una forma de escapatoria. El libro tiene momentos jocosos, a pesar de la trama tan dura que desarrolla, pero la capacidad del autor para plasmar los momentos hace que no sean tachones dentro de una gran obra, sino que, por el contrario, se adorne para que sea un libro que traspase tiempos y fronteras.

Una interesante pintura de Japón y su sociedad entre los años 20 y el transcurso de la segunda guerra desde la mirada de un joven que siente que sus impulsos se escapan de los parámetros normales y lucha intensamente contra ellos tratando de vivir en "la normalidad" aunque una voz en su interior le grita desesperada, lo contrario. La prosa es fina, sutil, muy llevadera y la temática muchas veces es fuerte, cruda. Interesante combinación.

No fui capaz de encarar la reseña apenas terminado el libro; estaba shockeado y necesitaba madurar lo leído; fue necesario un tiempo de asimilación de la lectura. Es muy fuerte ver y,sobre todo, sentir como el autor abre su interior y, literalmente, disecciona sus vísceras,en un proceso de búsqueda de su propio yo. En ese camino trata de analizar su realidad,pero permanentemente se autoengaña ante la misma. Es desgarrador como se aferra a soluciones que,más bien,son una brasa ardiente,sabiendo que no son reales. Se flagela,sin viso de final, el cual solo lo percibe en la muerte,pero no una cualquiera, sino una inmolacion reconocida por la sociedad,quizás como un lavado de culpas. A pesar del autoengaño,no tiene compasión consigo mismo,lo cual es muy doloroso e impresionante. Dentro de esa vida de escenario que elige,va dejando víctimas por doquier sin siquiera percatarse de ello.

CONFESIONES DE UNA MÁSCARA - Yukio Mishima En 1949 se publicó "Confesiones de una máscara " que saca mucho de Mishima a la luz además de una prosa exquisita. Las luces y sombras de un adolescente débil y enfermo descubríendose en medio de un Japón en guerra. Sus deseos hacia los cuerpos rudos y bien formados de hombres, como contrapunto a su natural enfermizo y culto. Koo-chan se descubre ebrio de placer ante la visión de la violencia y la muerte plasmadas en la contemplación de "El martirio de San Sebastián" de Guido Reni. En esta lucha interior ante la negativa de aceptar su propia identidad, intentará mantener un noviazgo con Sonoko, la hermana de su mejor amigo, por la que se siente fascinado y con la que, un beso de Cenicienta, le descubrirá su total incapacidad para amar. "La persona que está separadas de uno en el tiempo y el espacio se transforma en un ser abstracto " y de esa transformación surge la confesión de esa máscara tras la que se oculta.

Justo hace un año leí por vez primera vez a este autor y me enamoró tanto su escritura como su propia vida, así que tenía muchísimas ganas de volver a leerle. En ésta novela se narra la historia de Koo-chan, un jóven que desde su temprana infancia se va percatando de ser diferente pues se siente atraído por personas de su mismo sexo pero en el Japón de los últimos años de la Segunda Guerra Mundial y los primeros de la postguerra mostrar éstas tendencias era impensable, por ello el protagonista se va convirtiendo en actor del teatro de máscaras de su vida, buscando la forma de encajar y parecer "normal", tratando incluso de convencerse a sí mismo de ser como los demás pero cayendo constantemente en cuenta de que siente y piensa distinto. El tema principal de la novela para mí es la crisis de identidad, tanto la del protagonista como la de la nación. Los profundos sentimientos de duda, vacío, soledad y ansiedad con los que cualquiera nos podemos identificar, la búsqueda por autodefinirnos (o en el caso de una nación por redefinirse). Estoy tremendamente enamorada del autor, volveré pronto a él ❤️